Nueva fuga policial en Zamora: esta vez cuando los agentes pararon en una gasolinera

El hombre ya ha sido localizado en las afueras del municipio

El varón se fugó cuando los agentes de la Nacional pararon a repostar en una estación de servicio

Un furgón de la Policía Nacional.

Un furgón de la Policía Nacional. / Archivo

Después de que hace justo diez días un emigrante se escapara de un furgón policial en Puebla de Sanabria, el episodio se ha repetido este viernes en Benavente. Un hombre se ha fugado de un vehículo policial en una gasolinera de la A-6 cuando los agentes pararon en la estación de servicio a repostar. El varón se escapó y obligó a poner en marcha un dispositivo de búsqueda que culminó poco después, al ser encontrado en las inmediaciones de Benavente.

Al parecer, el hombre se trasladaba en el vehículo policial con la Brigada de Extranjería para cumplir con su trámite administrativo para la devolución a su país.

El caso de Sanabria

El joven migrante que escapó del furgón de la Policía Nacional en Sanabria por la trampilla del techo a pesar de ir maniatado, con el cinturón de seguridad y de que el vehículo oficial circulaba a una velocidad de 130 kilómetros por hora ha logrado en las últimas horas una nueva tregua a su expulsión de España por un tiempo de 5 años. El acusado iba camino de Madrid desde Orense para cumplir la medida administrativa que logró posponer el 15 de mayo al desaparecer en el monte durante dos horas cuando el vehículo policial circulaba por la A-52, en las inmediaciones de Puebla de Sanabria. La Guardia Civil tuvo que realizar un gran despliegue de medios, con un helicóptero incluido, que permitiría localizar al huido a las 19.20 horas cuando llevaba dos horas largas fuera de control.

Los policías nacionales que conducían y escoltaban al migrante escucharon un fuerte golpe en la parte del furgón en la que viajaba el joven. Al mirar por los retrovisores, hacia las 17.15 horasvieron al varón saltar desde el techo de la parte trasera del furgón, correr por la carretera y desaparecer entre los matorrales en dirección a Puebla de Sanabria.

Esa fuga es el delito por el que se le iba a juzgar hace unos días en el Juzgado de lo Penal de Zamora, delito que implica penas de hasta un año de prisión y multa de una duración de entre uno y dos años con la cantidad que fije la magistrada. Pero el joven sorprendía a la Fiscalía y a la magistrada del con su empeño en renunciar a su abogado de oficio "porque no he podido hablar con él, señoría", manifestó en un perfecto castellano. Y es que el joven detenido se encuentra ya en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Madrid, desde donde intervenía en la sala de juicios por videoconferencia, al igual que su abogado de justicia gratuita que estaba conectado por Internet desde el Juzgado de Puebla de Sanabria.

El joven expuso su petición que obligó a la jueza a suspender la vista oral hasta que se le designe otro letrado. Esta incidencia se sumaba a la dilación del inicio del juicio que iba a celebrarse por videoconferencia.

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