Un camino de rosas abre paso al Corpus en Benavente

Benavente vivía en la tarde de ayer la procesión del Corpus Christi, festividad en torno a la que se celebran las Fiestas del Toro Enmaromado.

Esta procesión ha ido sufriendo cambios importantes a lo largo del tiempo aunque se ha mantenido como una de las fiestas de más arraigo en Benavente y comarca por la solemnidad religiosa con la que se celebra anualmente. Este año se ha recuperado, además, algo de aquel esplendor en el que se unían representaciones de las distintas comunidades religiosas además de las cofradías gremiales y piadosas. De modo que han salido en procesión los estandartes de las cofradías del Nazareno, el Silencio, Santa Vera Cruz y Santo Entierro, la de la Virgen del Carmen, la Milagrosa del colegio San Vicente de Paúl y una hermandad de franciscanos.

A las ocho de la tarde daba comienzo en la iglesia de Santa María el acto litúrgico al que acudieron los niños que este año han tomado la Primera Comunión y sus familiares y otros fieles para dar paso a la procesión como tal. Los niños de todas las parroquias de la localidad, acudieron ataviados con elegantes vestimentas de comunión para la ocasión. Tras la homilía, salió de la iglesia la cruz y tras ella los niños y niñas, colocándose en parejas para iniciar la procesión por las calles céntricas. Los niños llevaban cestas con pétalos de rosas que fueron arrojando al suelo creando una alfombra de colores a su paso. Tras los niños, procesionaba la custodia, en una mesa con ruedas, acompañada por numerosos devotos.