Un día después de que los negocios situados en la Nacional 525 en la salida 259 hacia la autovía A-6 reclamaran el arreglo de los innumerables baches que hay en los arcenes y la mejora de la señalización e iluminación de la zona, el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, se ha comprometido a buscar una solución junto con los afectados y el Ayuntamiento de Benavente.

El representante del Gobierno Central en la provincia reconoció que el estado de los arcenes y los viales es “preocupante” y que es necesario afrontar el problema, y “no mirar hacia otro lado”. De hecho, planteó celebrar el próximo lunes una reunión entre el Ayuntamiento, la Subdelegación del Gobierno y una representación de las personas que tienen allí sus negocios “para ver si entre todos podemos llegar a un acuerdo”.

Uno de los primeros aspectos que tendrán que tratar es el de la titularidad de la vía, de qué Administración es competencia. “Es cierto que hay diferencias de criterio sobre quiénes son los titulares de esos viales, pero, sea como sea, tenemos que afrontar el problema, hablar entre todos y llegar a posibles acuerdos”, dijo al respecto.

Blanco reconoció que “el estado de los arcenes y los viales es muy preocupante en cuanto a la seguridad vial” y que es un problema que no es nuevo, sino que “hay quejas de hace algún tiempo de personas que tienen allí sus negocios”.

La A-66, prioritaria

Por otro lado, el subdelegado del Gobierno espera que se inicie “cuanto antes” la tramitación para que comiencen las obras de mejora de los 8 kilómetros de la autovía A-66 entre Benavente y León. Hace apenas unos días, el BOE publicó la licitación de las obras de mejora y asfaltado de la parte zamorana de este tramo, una vez que ya están realizadas las obras en la parte leonesa. Blanco aseguró, además, que es una de las prioridades de su departamento, y, matizó “tampoco se entiende, ni se comprende, que hubiera 3 proyectos y que no se licitaran los tres a la vez. La parte de Zamora está tan deteriorada como la de León”.