Los arcenes y vías de servicio a ambos lados de la carretera Nacional-525, en la salida 259 hacia la autovía A-6, son un verdadero campo de minas. Cualquier conductor que acuda a la ITV, a las agencias de transporte o a los diversos establecimientos que allí se ubican, tendrá que ir esquivando socavones de uno y dos metros de ancho y varios centímetros de profundidad para llegar a su destino. Y eso si no sufren daños en sus vehículos o vuelcan la carga, como ya le ha ocurrido a algún camión.

Por eso, una docena de negocios de la zona han unido sus fuerzas para pedir a las autoridades que pongan remedio a lo que ellos denominan un auténtico “calvario”. No saben a quién corresponde la titularidad de la vía, aunque un indicador rojo dice claramente que pertenece a la Red de Carreteras del Estado.

“Le hemos quejado a Fomento (ahora Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana), de quien depende Carreteras del Estado, al que escribimos una última carta en julio del año pasado. También al Ayuntamiento, y nadie nos dice nada. No hacen más que tirarse la pelota unos a otros”, asegura Pilar González, del Hostal Jara, que es quien actúa de portavoz de la protesta.

La petición no es nueva. Ya llevan cinco años reclamando que alguien arregle los arcenes que se encuentran a ambos márgenes de la vía, desde la glorieta que da a la Salida 259 hasta la rotonda donde está la Citröen. Los baches son de un tamaño enorme, prácticamente se les podría calificar de socavones. Incluso uno “parece un cráter de las dimensiones tan grandes que tiene”, aseguran en el escrito que han difundido para alertar del problema.

No es el único ejemplo del abandono de la zona: las líneas de demarcación de los arcenes están ya borradas; el firme, abombado; no hay señalización ni horizontal ni vertical; y muchas farolas necesitan ser repuestas, ya que se han caído, o están torcidas. “Si viene alguien que no conozca la zona no sabe muy bien por donde ir”, comenta Pilar González, refiriéndose a que la iluminación es totalmente deficiente y la señalización horizontal y vertical es prácticamente inexistente.

Daños en vehículos

Todas estas circunstancias han provocado numerosos daños en medios de transporte. “La Policía tiene muchas denuncias, actas, de innumerables vehículos que por descuido (no hay iluminación ninguna, el bache no está señalizado y otras tantísimas cosas) han destrozado bajos o defensas de camiones y coches”, explica. Incluso cuenta que algún vehículo pesado ha perdido la carga debido al mal estado del firme.

De momento son sólo daños materiales los que se han registrado. Pero alertan de que si no ponen cartas en el asunto podría producirse algún accidente más grave e implicar daños físicos a conductores. “Muchos conductores ya no vienen por miedo a sufrir daños materiales y, no sólo eso, sino que podrían sufrir alguno personal”, asegura.

Y no son pocos los negocios que hay en ambos lados de la carretera. Sólo la Inspección Técnica de Vehículos recibe cada día a gran cantidad de clientes que tienen que transitar por la zona. Pero también hay talleres de coches, empresas de paquetería, concesionarios, una gasolinera y establecimientos de hostelería.

Lo peor del caso, denuncia Pedro González, también hostelero, es que ni arreglan el mal estado de la vía, ni tampoco les dejan hacer mejoras a los afectados. “Puse unos bolardos delimitando el aparcamiento y el Ayuntamiento me los mandó quitar. Me dijeron que la carretera era competencia de Carreteras y le tenía que pedir permiso”, concluye.