Coincidiendo con el trigésimo aniversario de su fundación, el Centro de Estudios Benaventanos Ledo del Pozo presentó ayer en la XXI Feria del Libro el número 29 de la Revista Brigecio. El presidente del centro, Fernando Regueras Grande, explica qué aporta la revista.

–¿Cuáles son las principales novedades incluidas en este nuevo número ?

–En primer lugar, es la revista del año pasado. La de este año todavía no ha salido. Por primera vez, la revista es en color, y eso la hace más atractiva. Una revista de estas características tiene un público lector escaso y normalmente focalizado en un artículo. Es muy raro que alguien coja la revista y se la lea entera. En segundo lugar, tiene una dedicatoria que también es una alerta. Se dedica a las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que han estado 117 años en Benavente, y que se han ido del Hospital de la Piedad. Es una alarma porque los bienes patrimoniales del hospital han quedado diezmados a lo largo de todos estos años y ahora están en el limbo. También incluye las nuevas normas de publicación, adaptadas a la era digital. Hasta ahora funcionábamos con unas normas analógicas.

–¿Cuál es el tema principal de este número de la revista?

— Nosotros hacemos desde hace años una publicación de un tema que se trata dentro de la revista, que se repite y cubre la portada y la contraportada.

–¿Y qué es lo que aparece en esta portada?

–La cubierta es una imagen de Santiago Peregrino. El año pasado publicamos en Santa Marta de Tera una imagen en 3D de Santiago Peregrino. Hicimos una edición de 100 ejemplares que se vendió en un día.

–¿Cómo está la situación ahora mismo de la figura de Santiago Peregrino de Santa Marta de Tera?

–Muy mal. En 2016 tuvimos una reunión con la consejera de Cultura, planteándole lo que era imprescindible. Esa figura debe ser sustituida por una copia, como ocurre en tantos sitios, e incorporarse al museo parroquial, creando otro foco de atracción directa. Hay muchos peregrinos que llegan y no lo ven porque como hay que dar una vuelta, no saben que detrás de la Iglesia está la obra principal.

–El hecho de que haya que atravesar el cementerio del pueblo no ayuda.

–Exactamente. No lo saben, y a lo mejor les produce cierto respeto. Nos pidieron un informe de seguridad de la Guardia Civil y otro de peligrosidad de la figura por boca de un restaurador. Se hicieron las dos cosas, se mandaron a la Junta y, por decirlo de forma clara, no nos han hecho ni caso. El mayor peligro no es que lo roben, es que probablemente intentando robarlo, lo destrocen. Hay que dejar claro que es la imagen de Santiago más antigua de toda Europa. Es el momento justo para hacer es la operación.

–¿Cambiaría algo de esta revista de cara al próximo número?

–La revista del año pasado quedó demasiado larga, tenía casi 300 páginas, y eso esperamos corregirlo para el año que viene. Como siempre, está dividida en dos partes. Unos artículos de fondo dedicados a la historia del arte, a la historia y documentación y a la biología.

–¿Qué es lo que más destacaría de esas secciones?

–Aquí cabe señalar que, de forma excepcional, en el apartado de biología, incorporamos un estudio de investigación de unas alumnas del instituto Los Sauces de Benavente y el profesor que las tutelaba, que resultó ganador de la VI Edición de Premios de Investigación e Innovación Educativa de la Junta de Castilla y León. Preguntamos al tribunal si podríamos publicarlo y nos dijeron que sí. Ese sería el rasgo más original de esos artículos. Después tenemos otra sección que se llama “Varia”, donde hay otros trabajos de menor calado. Como novedad también en este número incluimos una crónica de las merindades. Es una crónica patrimonial de las distintas merindades, que era la división administrativa que existía hasta el siglo XIX, y que de alguna manera es una división histórica de la tierra de Benavente, no eso de Los Valles de Benavente que es un invento de antes de ayer y que no tiene más que una connotación geográfica.

–¿Cómo ha desarrollado Ledo del Pozo su actividad durante el confinamiento?

–Durante la cuarentena se consiguió una cosa importante. Se compró en Múnich un cuadro que se nos había escapado. Se publicó por primera vez en 1915, reapareció en el año 2003 y finalmente en el mes de abril, en pleno “secuestro”, lo conseguimos en una casa de subastas bastante conocida. Vamos a hacer una suscripción popular para que todos los ciudadanos que circulen por Benavente vayan comprando el cuadro píxel por píxel desde la simbólica cantidad de dos euros hasta la cantidad que estimen oportuna. Una vez que se alcance la cifra que Ledo del Pozo desembolsó para hacerse con el cuadro, el dinero se destinará a Cáritas o a los servicios sociales para que lo apliquen a las familias más afectadas por la desgracia de la pandemia.

–¿Cómo afecta esta situación post pandemia a las actividades de Ledo del Pozo?

–Hemos tenido que cancelar muchas actividades, conciertos, charlas..., porque no teníamos garantías de que eso pudiera llevarse a cabo en condiciones de seguridad mínimas. Teníamos tres conciertos, uno en mayo, otro en agosto y otro en el Teatro Reina Sofía en el mes de septiembre que ya hemos tenido que suspender.

–¿Qué proyectos está manejando el CEB ahora mismo?

–Estamos publicando bastantes cosas y ahora tenemos en proyecto cosas que van a salir ya. Entre ellas una guía de visitantes de la Iglesia de San Juan del Mercado. También tenemos ya traducido un libro sobre los beatos y la gran aportación leonesa y castellana a la miniatura medieval europea. En Tábara se escribieron e iluminaron algunos de los más importantes beatos del siglo X, y la imagen más conocida de toda la historia del arte medieval hispano que es la torre de Tábara. Ahora, con un permiso especial de la Universidad de Ámsterdam, que nos ha cedido los derechos gratuitamente, con un permiso de la editora y con un permiso de la familia de John Williams, que era el principal experto en beatos a nivel mundial, hemos traducido un libro que escribió antes de morir y que vamos a editar en castellano durante los próximos meses. Va a ser una publicación interesante. Hay más libros, pero también tenemos otras cosas. Aquí me va a permitir que no desvele “toda la verdad del Caso Savolta”, vamos a tener una cosa relacionada con la pandemia que creo que puede tener un interés para toda la gente y que va a ser un recuerdo del trigésimo aniversario, contando además con que el año que viene es Jacobeo. No le digo más, le dejo con las ganas, pero lo haremos.