La Asociación Cultural San Crispín reconocerá este año la trayectoria de esfuerzo y superación del deportista benaventano Iván Bragado. El acto de homenaje será el próximo domingo coincidiendo con la fiesta del patrón de la asociación. A Iván no hay deporte que se le resista. Desde sus comienzos en atletismo o fútbol ha ido marcándose retos de todo tipo y de no poca dificultad. Retos, algunos de ellos, que se ha marcado a raíz de la discapacidad que sufre desde que en abril de 2010 le operaran de un tumor cerebral, que le ha dejado importantes secuelas. Ha sido un ejemplo de superación, sobre todo, de superación personal.

-Este año la asociación San Crispín ha decidido darle el homenaje al espíritu deportivo, ¿qué significa este reconocimiento para usted?

-Es un orgullo por el significado que tiene. Además, más aún teniendo una discapacidad que me tengan en cuenta para otorgarme este reconocimiento. Creo que es muy importante que con este tipo de actos nos den visibilidad a la gente con movilidad reducida.

-¿El espíritu deportivo no le ha abandonado nunca?

-La verdad es que puedo decir que no. Yo creo que eso es un gen con el que se nace y a lo largo de los años lo he ido amamantando hasta el día de la operación. Después de la operación cambiaron muchas cosas y me tomé un tiempo en el que no hice deporte. Luego lo he retomado con más ganas, si cabe.

-Desde muy pequeño ha estado ligado al mundo deportivo. ¿Qué recuerdas de aquellos inicios?

-Cuando era pequeño a mí lo q más me gustaba jugar en la calle y eso es algo que hoy se ha perdido, por desgracia. Mis comienzos en el aspecto meramente deportivo estuvieron ligados al fútbol sala y también al atletismo.

-Cambió su perspectiva de la vida a raíz de la operación del tumor, ¿cuáles son las razones que le han llevado a seguir teniendo el deporte como parte d e tu vida?

-Sí cambió la perspectiva. Fue un cambió muy radical en mi vida, es algo que no te piensas que va a pasar nunca. Pero estoy orgulloso de la persona que soy, a pesar de la problemática que tengo. Las razones que me han llegado a seguir teniendo el deporte como parte de mi vida son que desde pequeño me enseñaron a ser así mis entrenadores. Creo que nunca hay que rendirse, rendirse no es una opción.

-Importante la motivación, en la práctica deportiva.

-Muy importante y necesaria. La motivación sigue varios objetivos y el más importante es conseguir que uno se sienta bien consigo mismo realizando deporte.

-¿Qué papel juega el entrenador deportivo en los retos a los que se has ido enfrentando?

-Es muy importante, una pieza clave de esa motivación, te anima. Porque yo entreno muchas veces solo en mi bici estática o de spinning.

-¿Es complicado afrontar las derrotas deportivas? Porque un deportista no puede ganar siempre.

-Sí es difícil cuando tienes un carácter ganador como el mío. Pero lo que creo es que de las derrotas se sacan más conclusiones, más aprendizaje, que de las victorias. Eso mismo es lo que les digo a los jugadores del equipo que entreno, el alevín B del Club Deportivo Benavente. A veces solo se preocupan de los goles, pero el fútbol es más que eso. Son cosas que irán aprendiendo, porque ahora son muy pequeños. Eso de no ganar siempre curiosamente me lo enseñó el otro entrenador Sixto, que ya me entrenó de niño y es la principal razón por la que entreno a este equipo. Padres, niños y entrenadores formamos un grupo ideal. Eso nos lo da el deporte.

-¿Cree que su discapacidad le ha permitido afrontar retos que de otro modo no te los hubieras planteado?

-Totalmente. Nunca me había planteado tirarme en paracaídas,hacer barranquismo o esquí naútico.

-El reto más duro?

-Sin ninguna duda el recorrido Roma a Santiago. Fue un reto a mi altura, cualquier reto ya no me vale después de hacer esa " locura". Y hacer barranquismo es durísimo y hay que estar muy fuerte psicológicamente y físicamente quizás sea el deporte más duro que he practicado.

- ¿Y el más gratificante?

-También el barranquismo porque fue el más duro después de 5/30 de esfuerzo no vi nunca el final. Sudé lo que no está escrito.