Juan José González Vega ha vuelto a conseguir que se reconozca su trabajo en la XXVII Premios Lux, uno de los referentes de la fotografía profesional en España, reconociendo las mejores obras fotográficas. Mañana a las siete de la tarde tendrá lugar la Ceremonia de Entrega de los Premios Lux 2019, en la que se revelarán, después de la selección del Jurado Lux, los ganadores del certamen de este año, en el nuevo en el Museu del Disseny de Barcelona. No es la primera vez que este profesional de la fotografía logra un Premio Lux. Ya se hizo en 2015 con uno de bronce, en la categoría de Retratos; en 2016 logró un Lux de plata en la categoría de Reportaje Social. En esta ocasión ha presentado varios proyectos en dos categorías. Una, Proyecto Personal, con el trabajo "Nunca te olvidaré" y otra, en Reportaje Documental, con "El Vitor", una fiesta de Mayorga de Campos.

¿Qué supone para usted un premio de esta categoría?

Sobre todo ilusión, porque parece que todavía sigues vivo. Detrás de un premio siempre hay un trabajo, siempre hay un autor, y ahí es donde yo personalmente me siento a gusto conmigo mismo. Es verdad que me gustaría lograr un oro, pero ya el hecho de lograr siquiera una nominación Lux, de la Federación de Fotógrafos Profesionales que la organiza, ya es un premio, porque detrás de ahí hay un trabajo. Yo vivo de modo profesional de la fotografía y eso te inspira para el trabajo del día a día. Para mí es un revulsivo.

De los trabajos presentados a estos premios, está el proyecto personal con imágenes que recuerdan fallecidos en accidentes de tráfico. ¿Por qué estas fotografías?

Tenía varios proyectos abiertos y éste surgió hace muchos años. Tiras unas cuantas fotos, las vas guardando, de pronto ves que puede haber un trabajo detrás. Me podía poner melancólico y decirte otra cosa, pero es un homenaje que hacen los familiares a esa persona que desgraciadamente ha fallecido en la carretera. Quieren dar un testimonio de que no lo olvidan y que no quieren que vuelva a pasar.

Y las del reportaje documental, supongo que es fruto de muchas vivencias en esta fiesta de Mayorga de Campos.

Sí, así es. Vas un año y te gusta. Al principio vas por verla, otros estás en la procesión. Aquí hay ocho, pero qui´quizás tengo sesenta fotografías. Este año he estado en las casas de ellos, comiendo con algunos de los participantes los huevos con patatas antes de la procesión, Tengo fotos de cada momento.

Imágenes fijas pero que cuentan una historia.

Claro, las tienes que ver como una colección, como un conjunto, tiene que haber una conexión. Desde el legado de padres a hijos, el homenaje a un pintura o la ermita de Santo Toribio.

En este reportaje juega mucho con las sombras.

Es de noche totalmente y una de las premisas era no utilizar el flash y jugar con las sombras. Son fotos muy contrastadas y algunas con movimiento que le da un aspecto pictórico.

En la era digital, ¿qué es lo que distingue una buena fotografía de lo que no lo es?

La fotografía da igual cómo esté hecha, lo importante es que tiene que emocionar, tiene que hacerte sentir algo. También es válida si está hecha con un móvil. Al final es tener claro el concepto. La fotografía es un lenguaje. El fotógrafo, o el autor querrá saber cómo contar la historia, si en color o en blanco y negro, cómo la encuadra, qué es lo que quiere expresar. Una vez que alguien la ve ya hay una interpretación. Las fotografías cuando viajan a concursos tienen ya su propia vida porque lo que le puede expresar a alguien es totalmente diferente que lo que me ha expresado a mí. Yo trato de contar en imágenes lo que yo siento, igual que el poeta lo hace con palabras, o el músico con música.

Importante para la fotografía ir con los tiempos, actualizarse.

Claro, el digital a la fotografía le ha venido muy bien pero la fotografía no se ha inventado ahora. Hay fotografías que han formado parte de la historia.

La vocación también es importante.

Sí porque yo trabajo profesionalmente en la fotografía, pero llevo siempre la cámara. Nunca se sabe qué puede surgir. A mí las fiestas populares y la teatralidad de la vida cotidiana me gustan. La gente, además, está dispuesta a hacerse fotos. Como fotógrafo disfruto.

¿Otras labores de la fotografía como el revelado es igual de emocionante?

Sí, por supuesto. Yo entiendo la fotografía como cuando se hacía el papel. La fotografía para mí es papel, se concibió para eso. Yo todo lo imprimo yo y la concibo en papel.

¿Qué es lo que más le gusta fotografiar?

La naturaleza es muy agradecida pero las fiestas populares siempre me han interesado. Sobre todo, la persona. Me interesa mucho el ser humano. No soy un fotógrafo solitario, que se encuentra así mismo. Yo a muchas de las fiestas voy por encontrarme con la gente. La fotografía es un nexo de unión con la gente.

¿Su siguiente proyecto?

Tengo un proyecto "Donde habita el olvido", es una colección muy interesante con lugares donde se nota la presencia del ser humano pero ya no está. Pero ahora es esperar la inspiración, a veces hay proyectos que no sabes por qué los haces y no se acaban nunca.