Ningún niño debería someterse a un tratamiento de quimioterapia, pero la realidad es otra y son muchos los niños que día a día se enfrentan a duros tratamientos farmacológicos que deben seguir en su lucha contra el cáncer.

Cambiar la percepción de los niños, pacientes oncológicos, a estos duros tratamientos es el principal objetivo que persigue una iniciativa en la que colaboran desde hace tres años un grupo de mujeres de la localidad de Villabrázaro. Se trata de ocultar el dispensador de la quimioterapia con unos cobertores que representan algunos de sus superhéroes favoritos y de algún modo simbolizar para los peques los "superpoderes" que estos tratamientos les dan para continuar con su día a día. "Hace tres años Mari Carmen Casado, Mari, comenzó una preciosa tarea, elaborar lo que conocemos como quimiocovers para niños enfermos de cáncer", explicó Beatriz Santiago Lerma, una joven de la localidad de Los Valles, implicada en esta labor. "Mari es una persona muy querida en el pueblo de Villabrázaro y siempre activa en distintos causas para aportar ayuda a personas enfermas, y con esta iniciativa encontró rápidamente el apoyo y colaboración de la gente del pueblo", añade. La colaboración ha logrado mantenerse durante tres años, al menos de momento, y llega de distintas formas. De modo que "hay gente que aporta dinero para el material y también colaboran en la elaboración de los quimiocovers, y otras personas solo pueden hacer la aportación económica para comprar el material". Las mujeres que participan de esta iniciativa se reúnen dos días a la semana durante varias semanas hasta lograr la confección de los quimiocovers. "Lo cierto es que cada año más gente se une a esta iniciativa lo cual hace que podamos hacer más quimiocovers y aumentar el número de estos muñecos para donar a los hospitales". En edición han logrado confeccionar hasta cincuenta quimiocovers que "son unos muñecos elaborados manualmente con goma Eva", explica Beatriz.

Los diseños son variados, y hacen referencia a diferentes superhéroes algunos de ellos extraídos para los pacientes pediátricos de los personajes del a película "Gru, mi villano favorito", pero también hay referencias a los clásicos héroes como Spiderman y otros personajes como Hello Kitty. Lo importante es lograr que los más pequeños no se lleven un mal recuerdo de su estancia en el hospital.

Para el reparto de estos cobertores, este grupo de mujeres de Villabrázaro colabora con una grupo de pacientes oncológicos denominado "Enfermos de cáncer y solidaridad". Es precisamente desde esta asociación y de la mano de Carolina, desde donde les llegan los patrones de los muñecos a confeccionar y, una vez elaborados, esta misma agrupación es la encargada de repartirlo en los hospitales, en este caso de Madrid, entre los niños enfermos. Estos muñecos se colocan delante del gotero para que los niños no lo vean, y su estancia en el hospital sea un poco más alegre, cuando el niño acaba el tratamiento se lleva su muñeco a casa como recuerdo".