La Concejalía de Fiestas prevé sustituir el vallado metálico de los cuestos de El Toril por una vallado de madera estilo Pamplona para extremar la seguridad del público, y montar un nuevo vallado de idénticas características en la desembocadura de la calle la Rúa en Santa María para proteger los futuros jardines tras completarse el proyecto de urbanización.

La actuación requerirá unos 100 metros de nuevo vallado de madera, una estructura de postes con tres travesaños, el tipo de montaje utilizado en los San Fermines que aguanta los embates de astados con más de tres años.

La seguridad es la razón del cambio en la salida de el Toril. El vallado actual (ver la imagen inferior) es metálico, a base de vallas ensambladas con tornillería. Este vallado perimetra todo el cuesto de la salida de el Toril, en el que se suelen situar varios miles de personas las tardes del miércoles de la Semana Grande, cuando los enmaromados saltan a la calle.

La seguridad del público pero también de las nuevas zonas ajardinadas constituyen las razones de instalar el mismo tipo de vallado en Santa María (imagen superior). El vallado perimetrará los jardines y conducirá la carrera, aunque quedará sin cerrar el tramo que coincide con la conexión con la calle Herreros, para facilitar una salida a los corredores y, sobre todo, el tránsito de personal sanitario y de ambulancias. Tampoco se cerrará la conexión de la Rúa hacia García Muñoz.

En esta zona, actualmente en obras, ya se han diseñado y previsto los agujeros dónde se instalarán los postes de madera del vallado.

Fiestas prevé invertir unos 25.000 euros en estas dos dotaciones. El vallado será de pino douglas cuarteado y cepillado, con cantos matados y tratamiento de sales de cobre. Las pilastras o postes, unas 40 unidades, tendrán 2,5 metros de altura y serán cuadrados, de 20 por 20 centímetros. Los tablones o travesaños (unas 400 unidades en total) serán de tres metros de longitud, una anchura de 19 centímetros y un grosor de 6,5.

La estructura llevará también falcas de madera de 30 centímetros por 15, además de herrajes y tornillería especial para asegurar la estructura.

También prevé la Concejalía de Fiestas sustituir la primera linea del doble vallado metálico (la exterior no la interior) de los encierros, actualmente de travesaños redondos. Por seguridad, este tipo estructura es insuficiente según Fiestas en el caso de embates de novillos de tres años o más. Los nuevos travesaños serán cuadrados y de mayor envergadura que los actuales.

En la sustitución de la primera linea del doble vallado de los encierros se prevé una inversión próxima a los 20.000 euros. El coste global, unos 45.000 euros, que requieren estos cambios en las fiestas del Toro Enmaromado figurarán como inversión en los Presupuestos municipales de 2019.