El bar de Cunquilla de Vidriales sufría en la madrugada de este jueves un nuevo robo. Y ya es la tercera "hazaña" que logran los cacos en este establecimiento hostelero ante la impotencia del regente y de los propios vecinos, ya que el local es el único que existe en el pueblo.

Era el joven Martín Cifuentes, a la sazón regente del bar, quien comprobaba los destrozos ocasionados en el local social del pueblo, alertado a primera hora de la mañana de ayer por un vecino. Los cacos destrozaron la persiana de una de las ventanas para romper un cristal y acceder al interior apropiándose de botellas de licores así como de una mochila con efectos personales, ropa y accesorios electrónicos, según se detalla en el parte de la denuncia. Agentes de la Guardia Civil del cuartel de Tábara se personaron en el local para instruir diligencias ante el aviso realizado por el regente del establecimiento hostelero.

Algunos de estos vecinos consultados reclamaban ayer ante este diario "mayor compromiso" del Subdelegado del Gobierno ante estos hechos que se vienen sucediendo en los pueblos donde la despoblación es cada vez mayor como ocurre en Cunquilla, que cuenta únicamente con 27 residentes habitualmente.

Se da la circunstancia que este bar de Cunquilla ha venido sufriendo acciones similares por los cacos durante tres ocasiones, la última en octubre pasado, al igual que le ha sucedido a varios establecimientos hosteleros del Valle de Vidriales y del Tera.