Mostrar de un modo divertido los sabores que puede detectar el ser humano es uno de los principales objetivos que persigue la celebración del Día del Gusto que, aunque se celebra cada primer jueves de noviembre, en Benavente tuvo lugar ayer de la mano de dos cocineros, los hermanos Pedro Mario y Oscar Pérez, que acercaron su cocina, la del restaurante El Ermitaño, a niños de Primaria de los colegios San Vicente de Paúl y Virgen de la Vega. También les acompañó el jefe de cocina. La iniciativa se desarrolla a nivel nacional a través de la asociación Euro-Toques con la que participan más de cien cocineros en esta edición.

La de ayer fue una clase especial para los niños participantes puesto que no sólo aprendieron los distintos sabores primarios que existen (dulce, salado, amargo y ácido) sino que pudieron degustarlos. "Intentamos que aprendan a detectar los sabores, que sea el paladar el que les muestre el sabor que predomina", señaló Pedro Mario.

Para conseguirlo las explicaciones estuvieron complementadas con mucha puesta en práctica en la que no faltaron distintos bocados para reconocer el sabor predominante en cada propuesta de estos cocineros. Los niños fueron receptivos y no dudaron en ponerse los gorros de cocinero y en ir degustando el atractivo menú, más aún para aquellos que confesaron que no habían desayunado.

El primero de los sabores que reconocieron fue el salado, "muy salado" para alguno de los peques, en una torta de trigo con queso fresco y jamón serrano, cuya presentación contó con la colaboración de dos alumnos que demostraron estar atentos a las explicaciones. Después llegó el amargo, con un flan de cacao con nata. Le siguió el sabor ácido de una limonada con un toque de vainilla. Y para el final, quedó el dulce con una versión "muy nuestra", según el cocinero, a base de leche, cacao, avellanas y azúcar.

No faltó algún truco especial como el de la "nocioliva", una crema elaborada con polvo de cacao con aceite de oliva, "nuestro oro líquido", explicó Pedro Mario. Además, los niños se llevaron para casa un sobre de cacao y una pequeña botella de aceite de Jerez, donada por la Diputación de esa provincia andaluza.

La experiencia didáctica sirvió también para concienciar sobre una alimentación saludable en la que lo importante es comer de forma equilibrada.