Nueve días ha permanecido el Bendito Cristo de la Vera Cruz en la iglesia parroquial dedicada a San Miguel Arcángel, en la localidad de Sitrama de Tera. Un novenario de devoción entre los vecinos que se renueva año tras año desde la fundación de esta cofradía.

La imagen del Crucificado salía el pasado 29 de abril de su sede en la ermita, a las afueras del pueblo, para permanecer entre los vecinos durante este tiempo. Así se ha hecho siempre y así se quiere seguir haciendo.Y no en vano, los vecinos, devotos del Bendito Cristo, muchos de ellos residentes fuera, suelen acudir en este 8 de mayo a su Sitrama natal para participar en los actos religiosos. "La fiesta de la novena siempre la hacemos el 8 de mayo, caiga como caiga en el día de la semana", decía ayer uno de estos vecinos. La jornada de la mañana se dedica a la misa en honor al Bendito Cristo y en la que las mujeres devotas, ataviadas con trajes tradicionales, entonan una loa del ramo con las roscas o bollas de pan bendecidas ante el altar. Un devoto es quien se encarga de portar el ramo en un lento desfile por el pasillo central de la iglesia mientras el grupo de féminas entona la loa con un total de 48 estrofas con tres partes bien diferenciadas. Una primera dedicada al patrón del templo, el Arcángel San Miguel, una segunda al Bendito Cristo y la tercera entonada a la Virgen del Rosario para concluir con el ruego de que el sacerdote bendiga el ramo y al grupo coral. Fue el aplauso del público la mejor bendición "porque lo habéis hecho muy bien", con estas palabras le dedicaba el párroco Pedro Centeno al grupo de mujeres del coro por su buen hacer.

El templo se volvía a llenar de público en la tarde para procesionar con la imagen del Bendito Cristo hasta la ermita y para la subasta de las roscas que vendrán a sufragar los costos de esta cofradía cuyo juez en este año, Miguel Fernández Mateos, presidía la ceremonia.