Carmen García Moronta, una alumna de 6º de Primaria del Colegio San Vicente de Paúl, ha ganado uno de los premios del concurso de dibujo «Europe for Children» que promueve la Fundación Progestia con el objetivo de inculcar la construcción de Europa a través de actividades relacionadas con la promoción educativa.
De entre todos los trabajos presentados el jurado falló en junio los realizados por niños españoles, entre ellos el de Carmen, que recientemente ha ganado también el primer premio de la categoría juvenil del Certamen de Pintura Rápida «Ciudad de Benavente».
Diez han sido los trabajos premiados por Progestia de los 396 dibujos de alumnos de 5º y 6º de Primaria de toda España que pueden verse en su página web, aunque el número de participantes podría ser superior. Los criterios tenidos en cuenta a la hora de evaluar los trabajos fueron la creatividad respecto al tema, la calidad gráfica y del mensaje, la capacidad de análisis, reflexión y originalidad.
El trabajo de Carmen retrata a un grupo de niños construyendo con piezas de madera un arco con algunas de los valores propuestos en las bases del concurso, como la igualdad, la seguridad o la justicia, la educación o la libertad entre otros derechos fundamentales de los niños.
El premio consiste en un viaje de tres días a Bruselas que incluye una visita a la Comisión Europea, al Parlamento Europeo y al Parque Mini Europa. Los trabajos de Carmen y de los siete niños que también han sido premiados en este certamen de pintura serán difundidos en formato de postal o cartel y serán distribuidos en el espacio europeo.
El proyecto «Europa for children» trata sobre la inclusión activa de los niños en el proceso de comunicación y de experimentar sus derechos por explorar y aprender sobre sus derechos por sí mismos. También se centra en crear y formular los mejores mensajes hacia los niños por ellos mismos y aprobar un conjunto de recopilación de materiales didácticos sobre sus derechos, elaborado y probado por los propios niños.
Progestia recuerda en este proyecto que, pese a ser los niños el futuro de la UE, aún se carece de un diálogo regular, sistemático y estratégico de políticas «para aumentar la sensibilización sobre su importante papel en la sociedad contemporánea y la perspectiva europea, y todavía se aceptan más como participantes y observadores que como actores y líderes jóvenes».
