La Opinión de Zamora

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Al grano

¿Dónde están los jóvenes?

La manifestación del viernes, un éxito plagado de ausencias y preguntas

Manifestación en Zamora por una fiscalidad diferenciada JOSE LUIS FERNANDEZ

No había. Todos escuchamos la pregunta muchas veces durante la manifestación que recorrió las calles de Zamora el pasado viernes en demanda de una fiscalidad diferenciada, de un tratamiento justo: “¿Dónde están los jóvenes?”. No había, no hubo. ¿Cuántos de los 2.000 manifestantes que recorrieron el centro de la capital tenían menos de 30 años? Pocos, muy pocos. De esa franja, incluso había más niños que acompañaban a sus padres que jóvenes.

Difícil lo tiene una provincia que demanda futuro y quien más tiene se queda en casa, o en el bar o pegado al móvil (esto último también es norma en casa o en el bar). ¿Saben la pregunta más habitual durante la concentración? Fue la de ¿cómo están tus hijos? Y la respuesta algo así: “Bien, el chico en Barcelona y Laura en Amsterdam. Espero que nos podamos ver todos en Navidades, no sé, no sé, porque siempre están por ahí…, la última vez que nos juntamos fue cuando se murió la abuela, en febrero. Y gracias que pudieron venir…”.

“No había jóvenes en la manifestación porque están fuera, unos se han ido a estudiar y otros a trabajar”. “No, eso no es consuelo, porque también hay jóvenes que viven en la capital y la provincia y no estuvieron, vieron salir a sus padres de casa camino de la calle Santa Clara y ellos se quedaron tan tranquilos, pensando seguramente: bah, ¿una manifestación?, eso no sirve para nada, cosas de boomers, de viejunos…”.

Y un poco de razón tienen, al menos en la geografía. Éramos cientos de mayores, muchos con poco futuro, pidiendo porvenir para una provincia de viejos. Más que protesta y queja, aquello parecía una procesión. “Claro, claro, es que no estaban los de izquierdas (¿), los sindicatos…, esos arman más follón, pero ya sabes, la manifestación la convocaban los “peperos” y la Diputación; ya huele a elecciones y hay que moverse…”.

“Por cierto, ¿por qué no estaban los que se dicen de izquierdas?”. “Porque la manifestación estaba politizada, nada más había que ver quién estaba detrás de la pancarta”. “Ah, pero es que los de izquierdas no saben que esta provincia está marginada, machacada, que ha sido olvidada por unos y por otros, y que la única redención que le queda es salir de casa y quejarse...”. “No sé, pero las cosas son así…”.

Las cosas son así. Nos estamos desangrando y el equipo médico está reunido debatiendo el tratamiento, que si cataplasmas, que si aspirinas. Y mientras, baja frío noviembre por el umbral del precipicio: el tiempo nos está comiendo, a los de izquierdas, a los de derechas, y a los centro. Ah, y a los jóvenes, que están más tiernos.

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