El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Rural, Jesús Julio Carnero, ha subrayado el compromiso “claro, contundente y determinante” de la Junta de Castilla y León con la ampliación del regadío en la comunidad, por sus ventajas económicas y sociales y ser un instrumento para afrontar la lucha contra la despoblación.

Carnero ha apuntado que el compromiso del Gobierno autonómico con el regadío es “claro, contundente y determinante” y abarca que en esta legislatura se transformen o modernicen 30.000 hectáreas de regadío, de las cuales ya se ha acometido el 63%.

“Para nosotros, transformar y modernizar los regadíos es prioritario porque supone una manera de afrontar la lucha contra la despoblación, de forma clara y determinante”, ha resaltado.

Carnero, que ha subrayado que los tres elementos más importantes para la agricultura actual son la incorporación de jóvenes, innovación y nuevas tecnologías e infraestructuras de regadío, ha puesto en valor las bondades del regadío desde el punto de vista ambiental, económico y social.

En este sentido ha recalcado que el regadío permite un cultivo marcado por diversificación, en la línea de la PAC, e incrementa de forma exponencial el valor agregado bruto agrario, en torno a tres veces lo que sería un cultivo de secano.

“Donde hay regadío hay personas y se incrementa la densidad de población por tres”, ha resaltado.

A preguntas de los periodistas, Carnero ha subrayado que el objetivo del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y su gobierno es cumplir con este plan de regadío, por ser una de las políticas importantes para el medio rural y el mundo agrario.

Para el consejero, lo que dificulta el paso del secano al regadío son los actos previos a la propia transformación, como la concentración parcelaria.