Aunque no llega a las cifras históricas del año pasado, cuando el rendimiento medio de la cosecha superó los 4.200 kilos por hectárea, la previsión de este año en la provincia de Zamora está por encima de la media de la última década. Los datos de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta sitúan el rendimiento medio de la cosecha de cereal de 2021 en Zamora en 3.143 kilos por hectárea, casi mil kilos menos que el año pasado, por encima de los casi tres mil de media entre 2011 y 2021, y ligeramente inferior a los 3.200 kilos por hectárea de media entre 2016 y 2020.

Después de unos días de retraso del inicio de la siega debido a las tormentas, las cosechadores ya están a pleno rendimiento en la provincia de Zamora. “En general, las condiciones han permitido un desarrollo normal del cultivo de cereal de invierno, si bien las heladas, tormentas y la falta de agua en su momento han condicionado la potencialidad de la cosecha que inició su siembra en buenas condiciones”, precisaba ayer el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, durante la presentación de los datos en Torquemada, Palencia.

Heladas, tormentas y la falta de agua en su momento han condicionado la potencialidad de la cosecha

Los agricultores zamoranos han sembrado este año 155.630 hectáreas de cereal (7.000 menos que el año pasado) y la producción rondará la barrera del medio millón de toneladas, 489.100 en la presente campaña frente a 687.360 el año pasado. La cosecha se divide prácticamente a la mitad entre trigo y cebada, apenas una tonelada más del primero porque, como es tendencia en toda la comunidad, el trigo el cereal más sembrado, cinco mil hectáreas más en Zamora.

Las155.630 hectáreas de cereal sembradas esta campaña en la provincia se reparten en: 70.744 de trigo, 65.908 de cebada, 6.091 de avena, 7.739 de centeno y 5.148 de triticale.

El consejero de Agricultra, en el centro, en la provincia de Palencia presentando las cigras de la cosecha en Castilla y León JCyL

La previsión de los datos de la cosecha de cereal de invierno en Castilla y León “es que se van a recoger 7 millones de toneladas, eso significaría un 10% por encima de la media, y además hay que tener en cuenta otro aspecto positivo, que la campaña se está iniciando con precios más altos que los de la anterior” precisó el consejero.

Los datos aportados por la Junta destacan un inicio de la campaña con un octubre frío y con una precipitación media de un 30% por encima de su promedio, que permitió un buen desarrollo de las labores preparatorias del terreno previas a la siembra. Sin embargo, noviembre y diciembre fueron meses con una pluviometría en torno a un 15% por debajo de la habitual, con precipitaciones en forma de nieve a principios de enero, que impidió la actividad agrícola y prolongó la siembra de la cebada de variedades tardías hasta febrero o incluso marzo.

Febrero fue muy cálido y húmedo en gran parte de la Comunidad, aunque en marzo las precipitaciones fueron escasas. En abril se registraron heladas en la primera quincena, que afectaron desarrollo del cereal en algunas variedades tempranas de cebada, que se encontraban en la fase de espigado. La precipitación fue en forma de chubascos y ocasionalmente tormentas, siendo en general un mes húmedo en el centro y sur de la Comunidad y seco en el norte.

Burgos, Palencia, Soria y Valladolid han sido las provincias más afectadas por los pedriscos

Las temperaturas de mayo fueron normales pero la precipitación acumulada se situó un 40% por debajo de la media y la mayor parte se registró en forma de tormenta y, ocasionalmente, con granizo. En general las condiciones meteorológicas han permitido realizar de forma adecuada los tratamientos tanto de abonado como fitosanitarios, y aunque se han observado ataques de roya amarilla en algunas variedades de trigo y septoria y helmintosporosis en cebadas tardías, en general el estado sanitario de estos cultivos es bueno.

El consejero Jesús Julio Carnero ha destacado la incidencia de las tormentas de junio en forma de pedrisco y algunos días de altas temperaturas que pudieron provocar asurado del grano en algunas zonas. Según la Junta, los daños del pedrisco afectan a 170.000 hectáreas, siendo las provincias más afectadas Burgos, Palencia, Soria y Valladolid. Así mismo hay que tener en cuenta que las tormentas han retrasado el inicio de la cosecha en la zona sur de la Comunidad”.