Las organizaciones agrarias Asaja y la Alianza Upa-Coag han valorado de forma positiva la reciente firma del nuevo Acuerdo Marco Interprofesional (AMI) de la remolacha para el periodo comprendido entre los años 2015 -2020 porque, a su juicio, supone "dar una estabilidad de precios a un cultivo imprescindible para Castilla y León". Para la Alianza la clave de este acuerdo es que permitirá consolidar el cultivo de la remolacha en la región, al menos hasta el año 2020 y a pesar de que las cuotas remolacheras desaparecerán en 2017. Del mismo modo destacó que el nuevo AMI premia por primera vez la cercanía de la remolacha contratada a la fábrica, lo que supone una "medida de futuro para hacer que el cultivo sea realmente competitivo", aunque también subrayó que el precio final que percibirá el agricultor dependerá en un porcentaje de la cotización internacional del azúcar, por lo que si esta cotización es elevada "redundará positivamente en los beneficios finales del productor".

Por su parte, Asaja resaltó que aunque el nuevo AMI no figura el precio de la remolacha, la voluntad de todas las partes implicadas en la negociación es condicionar el acuerdo a que el productor perciba un precio de garantía de 31,5 euros por tonelada, un suplemento de remolacha sostenible de dos euros por tonelada para la más próxima a las fábricas y de 0,5 euros por tonelada para la más alejada, así como una pequeña prima vinculada cada campaña al mercado del azúcar. De esta forma, la mayoría de los productores percibirán al menos 33 euros por tonelada de remolacha facturada, precio al que hay que sumar las ayudas por lo que el valor final del producto alcanzará los 42 euros por tonelada. Para Asaja estos importes "convierten de nuevo a la remolacha en una alternativa real en la agricultura de regadío, y en particular en las zonas productoras próximas a las fábricas azucareras".