La pintora Pilar López Báez expone estos días en la galería de arte Espacio 36-Ángel Almeida.

-Regresa de nuevo a Zamora con temática infantil.

-Hace dos años tuve otra exposición individual donde el tema giraba alrededor del mundo de los niños y sus recuerdos veraniegos. En esta ocasión también fijo mi atención en los niños, pero ya no tanto en el verano como en el presente y en cómo de alguna, pese al paso del tiempo, seguimos, en cierta forma, siendo niños.

-En los cuadros que exhibe presenta varios momentos en uno, como si fuera una cámara de cine que une tres secuencias a cámara lenta.

-No tienen un simbolismo claro. Probando las composiciones vi que funcionaban bien y reflexionando llegué a la conclusión de que obedece a que los niños nunca pueden permanecer quietos. Estos recursos plásticos me vienen muy bien para hablar de la memoria que va cambiando y va variando lo que recordamos conforme lo que nos comentaban, lo que recordamos y conforme queremos construir nuestra historia. Además, me viene muy bien para manifestar el espíritu infantil y una inquietud y luego puedes trasladar el planteamiento a la identidad, en constante cambio. Creo que está muy bien como recurso que puede dar lugar a que la gente al verlo genere su propia reflexión, lo que parece muy interesante. Muchas veces al ver mis obras me preguntan que qué significan cuando lo que yo hago es una proposición que quizá para los demás pueda tener otro distinto.

-De sus palabras se deduce que quiere ofrecer una reflexión sobre la memoria.

-Efectivamente. De ahí que no pinte niños o personas tal cual son en la realidad. Elijo lo que quiero pintar. Es una pintura realista, pero no es hiperrealista. Repito un motivo, lo que genera una imagen más compleja que puede dar lugar a soñar y a jugar más con ella. El que sean tres figuras no tiene ningún significado en concreto, no es una triada que haga alusión a nada en concreto. Me lo pide la obra en sí el número de repeticiones.

-En las figuras no pinta todo. Fija su atención en las cabezas o en las manos o en los pies.

-Me interesa la figura humana porque en ella hay tanta personalidad como en el movimiento corporal. Me fijo en las manos, la cabeza o los pies porque acerca más a la memoria. Creo que a pesar de que vayamos olvidando las cosas con el paso del tiempo algo siempre permanece. Aunque vayamos cambiando seguimos siendo la misma persona y ese rostro es un homenaje a esa identidad.

-Usted trabaja mucho los fondos.

-No es un fondo realista. Me gusta que tengan un espacio y que tengan una mínima generación de espacio y de luz. Me gusta jugar a una pintura compleja. Me gusta que haya partes más realistas y otras más planas con líneas.

-Incluso utiliza el collage.

-En esta serie lo utilizo menos que en otros trabajos anteriores. Es una relación empática que hago a través de la composición, En este caso he utilizado muchas técnicas en la misma obra lo que me da pie a jugar con la mancha abstracta.

-Y tras Zamora, ¿qué planes tiene para los próximos meses?

-Inauguro en semanas otra exposición en Terrassa. En ella se verá un trabajo que hice tras un viaje a Chile hace dos años y es un juego de niños que juegan desde el presente. También quiero seguir trabajando el tema de los niños y plantear el contrapunto de los adultos. Quiero dar el protagonismo a gente mayor en mis obras de juego de niños.