"Las tecnologías de información y comunicación, bien aplicadas y adaptadas, suponen un capital esencial, una poderosa fuerza integradora de la información del paciente, permite mejorar la accesibilidad y facilita la monitorización del desempeño y la evaluación de nuestra práctica. Pero es una tecnología disruptiva, que obliga a un rediseño de la organización, que exige cambios en la estructura, organización y funcionamiento, tanto de las redes sanitarias como de los equipos de Atención Primaria". Es una de las conclusiones del documento elaborado por un grupo de profesionales de Atención Primaria con las recetas para diseñar una estrategia de mejora de la sanidad nacional a largo plazo, conscientes de que los políticos tienen una visión a cuatro años (la distancia entre unas elecciones y las siguientes), cuando las políticas necesarias exigen visiones a más largo plazo.

El documento AP 2025, en el que ha participado el zamorano Hermenegildo Marcos Carreras, encargado del capítulo de nuevas tecnologías, ha expuesto a los políticos, en las sedes de los partidos y en la comisión de Sanidad del Congreso sus conclusiones.

Y en el apartado responsabilidad del zamorano una de ellas es que "las nuevas tecnologías cambiarán la forma de ejercer la medicina y serán necesarios nuevos tipos de profesionales de la salud, pero el contacto directo con el paciente, esencia de la Atención Primaria deberá permanecer inalterable". La comunicación mediante dispositivos móviles de mensajería "como whatsApp, telegram o similares permiten la comunicación instantánea y aportan seguridad al paciente pero se debe evitar la excesiva dependencia respecto al médico. El correo electrónico, el teléfono o la videoconferencia pueden, en algunos casos ahorrar el desplazamiento del médico al domicilio del paciente o el paciente a la consulta del médico, siendo necesario reservar un horario dentro de su jornada laboral para atender estas consultas".

La telemedicina "que incluye, entre otros, el telediagnóstico como radiología, ecocardiograma, retinografía, dermatología, etc.; la teleconsulta o videoconferencia que permite comunicación con paciente y su entorno son de gran ayuda para el acceso y apoyo a profesionales que ejercen la medicina en regiones remotas y aisladas, por ello deben ser potenciadas". Con respecto a la historia clínica electrónica "debe ser única para Atención Primaria y hospital, la misma en todas comunidades autónomas, debe ser gestionada por el paciente y su médico de familia, debe ser accesible de manera global pero siempre bajo el consentimiento explícito de ellos".