Cual labrador, a sus 75 años continúa levantándose temprano para cultivar sus textos. Apasionado y aficionado del teatro, el dramaturgo José Luis Alonso de Santos recalaba en las últimas horas en la ciudad para participar en unas jornadas conmemorativas sobre el bicentenario del nacimiento de la muerte de José Zorrilla.

- "Zorrilla contra Zorrilla" fue el título de su conferencia. ¿Por qué?

-La contradicción, el choque, la crisis? es el elemento básico de este escritor. Además, durante toda su vida, por un lado defiende y por otro ataca lo que hace. Es un hombre desgarrado porque está entre dos épocas, al principio el romanticismo y luego ya entre el naturalismo y el realismo, y eso se nota en sus diferencias estilísticas. También está en choque con su padre y las creencias de la época. Es un hombre desgarrado políticamente, estéticamente, personalmente? y de ese desgarro viene toda su obra.

- En vísperas de la festividad de Todos los Santos, "Don Juan Tenorio" regresa a las carteleras de muchos teatros. ¿Qué tiene esta obra?

-En relación a la respuesta anterior, hay que tener en cuenta que "Don Juan Tenorio" es de juventud. Zorrilla era un escritor que de joven fue muy diferente a cómo fue luego de mayor. Digamos que el "Zorrilla joven" está contra el "Zorrilla viejo" y el "Zorrilla viejo" contra el "Zorrilla joven". Así, "Don Juan Tenorio" es una de las obras más célebres y contradictorias del teatro español. La obra es la contradicción entre la vida y la muerte, entre el plazo corto, que es el plazo de disfrutar, y el plazo largo, que es el de las religiones o el más allá en donde pagamos las culpas de este mundo según esas creencias. De ahí viene el tema del plazo, ese que Don Juan dice constantemente "Qué largo me lo fiáis" cuando le aconsejan que tenga cabeza, que sea sensato, que se porte bien, que no se burle y que no engañe. A un joven lo que le importa es pasarlo bien este fin de semana, el joven vive más el momento y el mayor vive más para largo plazo. Por un lado, "Don Juan Tenorio" es una obra conservadora pero por otro lado, es una obra muy moderna porque es un hombre transgresor, transgrede sobre el más allá, contra la muerte y contra Dios, de ahí esa relación con el día de los difuntos. De hecho, en la primera parte don Juan desafía a la vida y en la segunda parte, la cual se desarrolla en un cementerio, desafía a la muerte. Pero antes de escribirla Zorrilla, ya había muchos don Juanes desde la época de Tirso de Molina y siempre se representaba en la época de difuntos. En España ha habido cientos de don Juanes y en el mundo, miles.

- De hecho, el primero en encarnar el primer don Juan de Zorrilla fue el toresano Carlos Latorre en el Teatro de la Cruz de Madrid en 1844.

-Sí, en la historia de Zorrilla y en el debate con los tipos de interpretación que había en la época, románticos o no, él tiene mucha relación con Carlos Latorre, un gran actor romántico medio naturalista. Es más, Zorrilla achaca el éxito de muchas de sus obras a Carlos Latorre, decía que triunfaban sus obras gracias a que las hacía Carlos Latorre, el gran actor de la época junto a Julián Romea.

- No cabe duda de que "Don Juan Tenorio" es su obra más famosa pero? ¿es su mejor obra?

-Sí, con mucho. Él mismo la ataca de mayor pero es la obra más importante con gran diferencia sobre todas las demás. De todos modos, "Don Juan Tenorio" es una refundición o sea que es suya hasta cierto punto ya que coge la tradición, usa los propios trozos de sus leyendas? etcétera, pero el resultado final -él la escribe muy joven, con 27 años-, es muy importante. "Don Juan Tenorio" es una de las mejores, más importantes y más representadas obras del teatro español, por algo será. Es una obra importantísima que no se ajusta a los cánones de la verosimilitud de lo que entendemos ahora por naturalismo. Es otro estilo. Para mí está entre las quince o veinte mejores obras del teatro español y una de las obras más importantes del teatro mundial.

- En los últimos días se presentaba en el Teatro Principal la décima edición de "Don Juan Tenorio" a cargo de la compañía La Tijera. Pese a la fama de galán, el actor protagonista aseguró que don Juan era un "hijo de puta". ¿De qué lado está usted?

-La expresión "hijo de puta" es como moral, no sé. Los personajes no son ni buenos, ni malos, son personajes. El teatro no es una escuela de moral para niños pequeños, es un lugar del arte. El arte no es la enseñanza general básica, no es un catecismo, es arte. Y el arte no se distingue por la moralidad de los personajes. La mayoría de los héroes de Shakespeare, de Calderón y de Lope eran malvados? ¡pero grandes malvados! Eran grandes personajes, eso de bueno o malo? esto no es una cosa religiosa, esto es arte. Y don Juan es uno de los grandes personajes del teatro.

- ¿La académica Margarita Piñero, su mujer, comparte su misma visión sobre este tema?

-Las mujeres no suelen tener la misma opinión que los hombres sobre la figura del Tenorio por el tema del machismo. Don Juan refleja mucho los problemas feministas de la época (que eran muy terribles). La relación con doña Inés y con las mujeres puede hacer que las mujeres tengan una opinión diferente a los hombres sobre don Juan. Aunque como profesora, sin duda le parece una de las obras más importantes del teatro español.

- Hablando de la Academia que preside, ¿cómo ha contribuido a la difusión de las Artes Escénicas desde su fundación, en 2015?

-Lo que contribuye a las artes escénicas es la tarea de los creadores, o sea, cada bailarín, cada cantante, cada actor, cada director? etcétera con su trabajo. Ellos son los que realmente contribuyen a los movimientos artísticos. La Academia, como toda institución, trata de ayudar, vivificar y dar cauce a estos movimientos pero la verdadera tarea siempre en el mundo del arte es el de los creadores individuales, no el de las instituciones.

- No está dirigida a jóvenes sino que, entre otros objetivos, busca la excelencia de los más veteranos. ¿Cómo alcanza un artista la excelencia?

-La palabra Academia ya marca como un cierto nivel, no es para los que empiezan, una Academia de músicos no es para el que empieza a dar clase de guitarra sino para el que da conciertos de guitarra. Las Academias marcan un poco el terreno de la excelencia, de la gente que ya se dedica a ello profesionalmente. Digamos que para los aficionados y para los que le gusta el arte hay otras instituciones. Por ejemplo, a un joven que está empezando en el teatro lo que le interesa es tener trabajo y poder vivir de ello. Sus problemas son muy diferentes a los de un académico que tiene otro tipo de cometidos como los de significar, valorar y mejorar el arte.

- Usted ha logrado alcanzar esa excelencia.

-No, la excelencia no se consigue, se busca. Digamos que con la edad, con los años y con la experiencia llega un momento en el que no te preocupa que te den trabajo o tener dinero para vivir. Por la edad o por otras circunstancias eso ya no te agobia y te dedicas a buscar otras cosas. Es como los médicos, que quieren curar cada vez mejor, o los deportistas, que quieren tener cada vez mejor marca. Entonces cuando ya llevas mucho tiempo dentro de una especialidad artística, lo que te angustia es llegar lo más lejos posible, hacer algo parecido a lo que hizo Zorrilla aunque todos estemos muy por debajo de él.