Aboga por una prueba de Selectividad única en España para el acceso igualitario a la universidad y reconoce que se necesita un diálogo para solucionar "con carácter definitivo" el tema de las vacaciones escolares en Semana Santa. El consejero de Educación, Fernando Rey, apuesta por continuar con los programas de mejora educativa, seguir inyectando potencia a la formación profesional y comenzar con la educación bilingüe desde edades tempranas para que Castilla y León continúe a la cabeza en materia de educación.

-¿Cuál es el secreto para que Zamora y Castilla y León estén a la cabeza en materia educativa?

-Zamora se convierte con Soria y alguna provincia más en la de mejores resultados y el secreto es un trabajo coral. Por un lado, el rigor de los profesores, la seriedad, la vocación, el entusiasmo y la dedicación. La implicación de los padres también es importante y lo corrobora el Informe Pisa, que los califica como los más implicados de España. Y, por último, la administración educativa, con sus programas y políticas, que en Castilla y León son serias y a la vez innovadoras. Además, lo más característico de nuestro sistema es que es equitativo, muy homogéneo y consistente. Hay una enorme igualdad entre medio rural y urbano, centro concertado y público.

-Una de las últimas novedades que ha presentado la consejería de Educación es la guía para los deberes, ¿en qué beneficiará?

-Esperamos que sea útil. Es única en su género, ya que no existe ninguna comunidad autónoma que la tenga. Alguna habló de legislar sobre los deberes, pero nos pareció excesivo. Esta guía procede del Consejo Escolar, donde están sentados representantes de padres, profesores y la propia administración y hemos sido capaces de llegar a un acuerdo, cuando de entrada había diferentes visiones. El contenido de la guía lo ha asumido la consejería y lo que sugiere a los centros es que contemple el tema de los deberes dentro de su proyecto educativo, que lleve a cabo un diálogo con los padres y que se establezcan unas reglas básicas, como no sobrepasar un tiempo, adaptarlos a cada edad, que exista cierta coordinación entre profesores o no poder deberes los fines de semana o en vacaciones, aunque también hay que aprovechar este tiempo para aprender.

-El gran problema en provincias como Zamora es la despoblación y el cierre de centros que ello conlleva, ¿es una batalla perdida?

-Este año ha cerrado el colegio de Pereruela de Zamora. En total 15 centros de Castilla y León se han cerrado, mientras que el curso pasado fueron 20. A menudo los alcaldes hacen todo lo posible para poder reabrir las escuelas, pero esta situación es algo que no nos gusta y que, por desgracia, es un hecho que existe y que en los próximos años seguirá e irá a más.

-Sin embargo, no se olvidan de los colegios rurales que siguen funcionando.

-En absoluto. Y de hecho este año hemos recuperado un acuerdo con la Diputación Provincial para el arreglo de esos centros. El programa está cofinanciado a tres bandas, con la Junta, la Diputación y los ayuntamientos que participan en esta convocatoria. La institución provincial cumple su labor de asistencia a municipios, los ayuntamientos la de mantener los centros y la Junta colabora, con lo que se llega a las escuelas más pequeñas. Esperemos que pronto firmemos con la Diputación otro acuerdo para cubrir los próximos dos años.

-Una de las primeras quejas de los padres en Zamora en este inicio de curso viene dada por los cambios en el programa Releo Plus, que acusan de ser una ayuda encubierta, pues antes hay que ir a los bancos de libros de los colegios y no son suficientes las ayudas que se ofrecen.

-Habrá que ver primero los efectos de este cambio en el programa. Hemos doblado la inversión a 14 millones de euros y estamos muy contentos, porque ahora mismo en Castilla y León lo niños de familias que están dos veces por debajo del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) tienen todos los libros gratis. En el sistema anterior tenían unas ayudas que cubrían solo una parte de este material. Ahora además hemos acelerado lo máximo posible todos los trámites, de manera de que antes de navidades ya podrán cobrar el dinero que adelanten. También estamos contentos porque hemos obligado a todos los colegios públicos y concertados a crear un banco de libros. Hasta ahora solo existía en el 40% de los centros. Y además creemos que es una buena noticia reconocer el trabajo de los profesores, lo han hecho desinteresadamente los últimos años. Idealmente, si todos los niños recibieran los libros gratis no habría que priorizar, pero eso nos costaría 50 millones de euros, una cantidad desorbitada para la consejería. Priorizamos a los que tienen menos recursos y eso genera que familias que antes podían acceder, ahora no. Yo soy partidario de no profundizar en la ayuda individual, sino en dedicar dinero a reforzar el banco de libros para que puedan tener acceso al material también las familias que entregan. Esto nos obliga a hacer un análisis para poder superar esas críticas que entiendo, pero que viene derivada de nuestra necesidad de priorizar a los chicos con menos recursos.

-¿Qué pasará con el tema de las vacaciones escolares en Semana Santa, una vez cerrado el plazo de peticiones de cambio?

-Se les va a conceder a los centros que nos lo hayan pedido, salvo que están relacionados con otros que no lo hayan hecho y compartan servicios, como por ejemplo el comedor. Sabemos que van a ser muy pocos colegios los del cambio y sin que sea significativo el tratarse de públicos o concertados. Una lectura que hacemos de todo este proceso es que la comunidad educativa no percibe este tema como la sociedad en general. Ellos no aprecian mayor problema el tener las vacaciones en la semana de Pascua, como ha ocurrido otras veces.

-¿Será un tema recurrente cada curso, cuando se publique el calendario escolar?

-La Semana Santa en Castilla y León es un fenómeno social, cultural y antropológico y más en ciudades como Zamora, así que hay que tener en cuenta estos aspectos. Yo no quería este año desmerecer los argumentos en favor de la Semana Santa ni muchísimo menos, pero cuando se planteó el problema ya se había decidido el calendario escolar. De cara al próximo curso vamos a abrir un proceso de diálogo con la comunidad educativa para plantearnos si hacer coincidir normalmente las vacaciones escolares con la Semana Santa. He pedido al Consejo Escolar que abra este debate y vamos a plantearlo, porque la comunidad educativa no puede estar ajena al clamor social que solicita el cambio. Este año se dialogará y nuestra idea sería establecer reglar fijas ya. La otra gran comunidad autónoma en España que tiene una Semana Santa comparable a la nuestra es Andalucía, donde siempre coincide con esos días. Así que es algo a tener en cuenta y podría ser un modelo a seguir.

-Zamora cuenta este curso con dos nuevos ciclos formativos de FP, ¿sigue siendo una apuesta de la consejería estos estudios?

-Absolutamente, pero la FP conectada más al entorno económico concreto. Se trata de estudios que tienen una doble vida: escolar y empresarial. Tradicionalmente, salvo en las grandes ciudades, se ha prestado más atención al contexto escolar, pero la implantación de nuevos títulos de FP tiende a estar muy relacionada con el entorno económico, porque eso es lo que la hace sostenible.

-¿Qué diagnóstico realiza del Campus Viriato?

-El pasado curso contaba con 1.427 alumnos. Es un campus donde funciona muy bien Enfermería, Magisterio y Relaciones Laborales, mientras que en la Escuela Politécnica es bastante desigual en las matriculaciones, con carreras como Ingeniería Mecánica que tiene un alto número de alumnos mientras que otros grados están sufriendo más la falta de estudiantes.

-¿Peligran estos grados con el nuevo mapa de titulaciones?

-El enfoque tradicional del nuevo mapa de titulaciones era ver qué grados se iban a suprimir, pero lo cierto es que teniendo el profesorado e instalaciones, hacerlos desaparecer no ahorra especialmente más dinero. Antes de suprimir hay que pensar cómo potenciarlos. Habría que hacerlo especialmente con los que tengan más futuro y hacerlos conectar con las empresas del entorno. Un secreto para hacer un campus sostenible es la calidad. Si ofreces un grado con calidad, se vuelve atractivo para retener a los zamoranos y para que otras personas vengan de fuera. Yo percibo en Zamora un campus dimensionado, sano, sostenible y con potencialidad a futuro, sin mayores problemas.

-¿La nueva doble titulación de Ingeniería Informática de Sistemas de Información y Documentación en la Escuela Politécnica sería un refuerzo?

-Las dobles titulaciones suele ser una estrategia exitosa, lo hemos visto a menudo. Por ejemplo, en Valladolid Matemáticas casi no tenía alumnos y desde que se planteó el doble grado con Física, está triunfando. Es más que una moda, porque ahora las empresas y las instituciones están demandando perfiles profesionales más polivalentes. Desde ese punto de vista, son muy interesantes y espero que el de Zamora tenga éxito.

-Para alcanzar la universidad hay que superar la EBAU, ¿va a haber algún cambio en este sistema tan criticado?

-No (rotundo). Y me uno además a ese movimiento ciudadano que ha surgido en Zamora por una única prueba para toda España. Defendemos que haya un único examen simultáneo estatal de acceso a la universidad. Ahora mismo, teóricamente, toda España es un distrito universitario y esto significa que los resultados de un chico de Sevilla valen como si el examen lo hubiera hecho en Soria o Zamora y viceversa. Pero en la práctica hay 17 exámenes muy diferentes en calidad. Este año solo cumplimos cabalmente la norma estatal seis comunidades de las 17. Es decir, exigimos más, somos más duros y rigurosos. Por eso pedimos un examen estatal único, para evitar auténticas discriminaciones que perjudican a nuestro alumnado. Mientras esto no llegue, sí puedo garantizar que los alumnos que este curso hacen 2º de bachillerato sí van a enfrentar a la EBAU en unos términos prácticamente idénticos a los del pasado curso, porque los del año pasado sufrieron una gran incertidumbre.

-¿Es un objetivo complicado llegar a esa Selectividad única?

-Voy a plantear este tema en el Senado y en la Conferencia de Educación, donde nos sentamos todos los consejeros del área. Es probable que no quieran esto ni las comunidades nacionalistas ni aquellas con malos resultados escolares. Aunque considero que estas últimas son las principales interesadas, porque este examen les daría una fotografía del nivel de cada comunidad en el conjunto general y ayudaría a ir homogeneizando el sistema. Ahora la diversidad educativa del país es uno de los principales problemas que tiene planteada España desde el punto de vista de la educación.

-Por fin el próximo año habrá oposiciones a Secundaria en la comunidad, ¿es la solución definitiva a la alta tasa de interinidad?

-Ayudará a rebajar mucho la interinidad, ya que la idea es que se quede en el 10%. El número de plazas, 1533, es el más alto de la historia de la comunidad.

-¿Se salda una deuda pendiente con el profesorado?

-El interino vive una inseguridad realmente molesta, porque no sabe cada año donde va a trabajar. Por otro lado, no estoy de acuerdo con que la interinidad perjudica la calidad de la enseñanza. Los interinos hacen un trabajo excepcional, muchos de ellos además son jóvenes muy dinámicos. Hay que defender su trabajo, sobre todo en el medio rural, con unos resultados espectaculares.

-¿Se podrá definitivamente coordinar las oposiciones con el resto de comunidades para evitar el efecto llamada?

-Un efecto colateral positivo de no convocar oposiciones este año es que ha permitido sincronizarnos con las comunidades autónomas más importantes, como Madrid. Castilla y León tiene los brazos abiertos a todo el profesorado, pero también nos importa que nuestros profesionales que son excelentes, sigan aquí.

-Por fin Zamora contará con un nuevo Conservatorio, ¿cuándo será una realidad?

-Es una obra pública ordinaria, aunque algo más compleja, porque ya estaba licitado el proyecto del centro cívico y de repente se ha ampliado el objeto. Estamos en el momento de la redacción del proyecto de obra, luego habrá que licitarla y ejecutarla. Y todo esto llevará dos o tres años, como mínimo.

-¿Ha sido un logro el poder contar con financiación?

-Lo más difícil es que no lo teníamos previsto en el plan de obras de la legislatura al carecer de suficiente presupuesto. Pero la economía ha ido comportándose bien, hemos ido administrando lo mejor que hemos podido y estamos contentos de que Zamora cuente con un auditorio especial, también con la recuperación del teatro ligado a la Universidad Laboral, que ahora está casi sin uso. Además, nuestra idea es que se utilice preferentemente para el Conservatorio, pero también para el instituto y el centro cívico. Ese espacio de Zamora es una zona de muchos centros educativos, así que tiene que ser un hervidero de ideas, un foco de infección creativa en la que también participe la ciudadanía. Nos parece muy interesante esa sinergia tan original y poco común que nos haya planteado que esté el primer centro cívico de la ciudad y el Conservatorio juntos. Por supuesto, cada uno tiene sus objetivos, pero queremos que puedan conectar lo mejor posible y que sea el centro cívico más musical de España.