Las mascaradas en la provincia viven un momento de "esplendor, porque nunca hubo tanta difusión, pero también están amenazadas por la falta de jóvenes" que tomen el testigo de la tradición. A pesar de que los años hayan modificado las distintas celebraciones: "El Zangarrón de Sanzoles no tiene nada que ver, en los siglos XVIII y XIX hay documentos que prueban que la celebración se hacía dentro de las iglesias, que incluso había disparos de escopetas y mofas al cura". Sin embargo, es innegable el esfuerzo de los distintos pueblos por revalorizar y reconocer como propio costumbres que hace algunas décadas quedaron relegadas como propias de tiempos de pobreza e incultura. Todo lo contrario, como se aprecia en la colección.