"No tenemos miedo", gritaba ayer Barcelona, horas después del brutal atentado. Pero lo hay. Lo hay "por nosotros, por nuestros amigos y por nuestros familiares", apuntan algunos de los catalanes que han convertido Zamora en su hogar, pero que no olvidan sus orígenes catalanes. Es el caso de Laia Pruñonosa, que pasa largas temporadas en la provincia debido a sus raíces zamoranas. La joven reconoce que "todo esto me ha afectado mucho sin estar allí porque aunque quiero volver y salir a la calle como si no hubiera pasado nada, sí ha pasado y a mí eso me genera mucho miedo". Las Ramblas, epicentro del terror el pasado jueves, "es un sitio por el que me suelo mover cuando estoy allí y hay cosas que costará mucho tiempo olvidar", razona.

La misma sensación de "rabia y frustración" la comparte Carlos Prieto, jugador del Balonmano Zamora nacido en Barcelona. "Siento rabia, mucha rabia, y tristeza porque ves imágenes que te resultan inconcebibles". Sus dos hermanas residen en la ciudad condal, "por suerte las dos están bien, aunque no cogían el teléfono y nos asustamos un montón en un principio".

El reguero de muerte que todavía tiñe Cataluña llena de angustia a Nacho González, natural de Tarragona. Reconoce sentirse "impactado" por la vorágine del miedo y el terror sembrados en Barcelona. "Justo ahora estoy de vacaciones en Tarragona y el día anterior del atentado anduve a esa misma hora por la zona... ¡lo que es el destino!", reflexiona. Además, "el segundo atentado en Cambrils ocurrió justo al otro lado de donde yo estoy, así que he estado rodeado por la desgracia".

La misma rabia corre por el cuerpo de Jaime Llusá, natural de Lérida, aunque reside en Zamora desde hace décadas. "Lo siento mucho por Cataluña, pero también como español porque un atentado es un horror sea donde sea que ocurra", sopesa. Uno de sus hijos vive y trabaja en Barcelona, pero "por suerte está en Zamora pasando unos días". Tras el asombro inicial, "llegó la rabia, el coraje, todo lo que te diga es poco porque es un no vivir por culpa de radicalismos tan exacerbados cuando todos deberíamos de convivir en paz, cada uno con su religión, el que la tenga".

El episodio terrorista ha aflorado cuestiones nacionalistas de telón de fondo. En este sentido, todos coinciden en señalar que "no es momento de mezclar ni politizar, sino de estar unidos". No obstante, "esto afectará hacia un lado u otro, será un antes o un después a mes y medio vista de la consulta", prevé Nacho González.

"Quiero volver a Las Ramblas y recuperar la normalidad, pero a mí esto me genera temor"

"Lo ocurrido influirá en el independentismo bien para calmar, bien para recrudecer"