Al compás de bailes y canciones, cerca de un centenar de niños se ha reunido en una master class de zumba gratuita en las antiguas escuelas de Pinilla. La actividad se encuadra dentro del Campamento "Garabatos", que cumple cinco años, en colaboración con la Asociación de Vecinos El Puentico, para favorecer la aparición de tareas para el entretenimiento de los niños en verano y también la inclusión de los adultos.

Desde la organización, destacan la buena acogida de la clase de zumba. "La participación ha sido excelente, es el año en que hemos contado con un mayor número de niños, e incluso algunos se han quedado fuera debido al límite de plazas", señala Laura Benito, directora y organizadora.

La master class de zumba se planteó para todo aquel que tuviera interés en acudir, sin importar que estuviera o no apuntado al campamento, y sin cerrarla a la zona de Pinilla, puesto que cualquier persona ha podido ir con libertad desde otros puntos de la capital. "Practicar zumba corresponde con una fiesta especial, en agosto haremos otra, en este caso será una fiesta de espuma; los participantes podían estar previamente inscritos en el conjunto del campamento, pero también hemos favorecido la asistencia sin haber estado en actividades anteriores", apunta Benito. La organización tampoco ha puesto trabas por la edad, de tal forma que pequeños y adultos han podido disfrutar del deporte, pero en función de los años de vida, ha habido dos grupos diferenciados.

Los cuatro monitores con los que cuenta el campamento se encargan de complementar la práctica de deporte con talleres, visitas a la piscina los viernes, clases de cocina, manualidades, juegos populares, cuentacuentos, etcétera, durante estos meses. La organización aborda una temática cada semana, y las actividades se relacionan con esta.

Los más pequeños ven con positividad el campamento. "Intentamos fomentar el entretenimiento y que conozcan elementos nuevos como los juegos tradicionales, les gusta participar, se lo pasan muy bien y no quieren que termine, además son muy obedientes; todos, niños y adultos, están muy contentos con la organización", observa Benito.

Este tipo de actividades también se realizan en navidad, Semana Santa y carnaval. Durante el invierno, las antiguas escuelas no están vacías. El pasado curso se abrió un aula de estudio donde los niños acudían por las tardes para realizar sus deberes, clases de inglés o actividades extraescolares, a través de una iniciativa que pretende durar muchos años más. Esto supuso una ayuda para los padres durante este primer año que se organizó, con la asistencia de casi una veintena de niños y varios profesores. Aquellos que tenían extraescolares fuera del barrio recibían ayuda en cuanto su traslado y regreso.

Desde la asociación de vecinos agradecen a las monitoras y colaboradores que pueda realizarse el campamento. "Es algo fabuloso, una de las actividades con las que más conforme está el centro. Se trata de una forma de ayudar a los niños, es un apoyo para los padres a la hora de conciliar sus vidas laborales con el cuidado de sus hijos, y ambos lo disfrutan", reflexiona Artemio Pérez, presidente de la asociación.

El centro "El Puentico" tiene la función de cumplir las necesidades del barrio, el cual se ve beneficiado porque sus habitantes no tienen que salir para disfrutar de todo tipo de actividades. "Las instalaciones están para darles buen uso y no diferenciamos entre las personas, viene gente de toda la ciudad; además, los locales sociales están para aquellos que los requieren y los quieren utilizar, siempre abiertos y nunca la intención de la asociación es obtener beneficios económicos", añade.