La precariedad laboral se ceba con nueve de cada diez contratos promovidos desde el programa de empleo de Cáritas Diocesana de Zamora. En el último año, 450 personas han recurrido al servicio diocesano ante la situación de desempleo que azota la provincia. Casi el 20% de esos 450 casos logró la inserción laboral, sin embargo, la mayoría lo hizo a través de un contrato temporal de pocas horas, por un periodo muy breve y, en algunos casos, de forma irregular. El servicio doméstico, la hostelería y la agroganadería son los sectores que generan más ofertas de empleo.

Ante esta situación, Cáritas Diocesana reivindica "un empleo de calidad y digno", al entender el trabajo como "un medio para que el ser humano se realice y desarrolle", apunta Antonio Jesús Martín, director de Cáritas Diocesana de Zamora. En este sentido, el responsable denuncia "la precarización del trabajador con bajos sueldos, horas sueltas y sin estabilidad alguna", diagnostica con los datos en la mano.

A pesar de los "brotes verdes" de los que hablan algunas administraciones, la situación no ha cambiado mucho en los últimos años. Y si lo ha hecho "ha sido de una manera muy, muy tenue". Sí ha cambiado, por el contrario, el perfil de colectivo que acude al programa de empleo de Cáritas para formarse y encontrar un puesto de trabajo. Mujeres y demandantes de nacionalidad española constituyen el nuevo perfil. La mella de la crisis causa estragos también en "pequeños autónomos que han cerrado sus negocios con deudas, en parados de más de 45 años, en extrabajadores de la construcción con amplia experiencia, en familias monoparentales, en jóvenes y en núcleos familiares con todos sus miembros en paro", explica Mari Luz Fernández del Campo, directora del programa de empleo. Con todos ellos "hay que trabajar mucho la motivación y la seguridad", añade la profesional.

Desde hace cuatro años, Cáritas cuenta con la empresa "Camino de Inserción", desde la que "se está haciendo un esfuerzo permanente en pro de los colectivos más vulnerables", explica Miguel Ángel Río, gerente de la empresa. Se trata de una nueva fórmula de emprendimiento de economía social cuya estructura de aprendizaje y empleo "posibilita que las personas con mayores dificultades tengan la oportunidad de incorporarse al denominado mercado laboral ordinario".

Durante el pasado año, Cáritas invirtió más de 520.000 euros en materia de empleo. Su programa específico aborda servicios de información laboral, orientación profesional, formación, prospección del mercado e intermediación.