Los datos de Cruz Roja muestran que la crisis, lejos de desaparecer, afecta con más virulencia a las familias más necesitadas. Los datos de la ONG indican que, desde el año 2012 hasta octubre del pasado ejercicio, se ayudó a 569 familias de la provincia a pagar las facturas del gas y de la luz. Cerca de la mitad de esta cifra, 234 familias concretamente, tuvieron que acudir a Cruz Roja durante el año pasado.

A nivel regional Cruz Roja destinó un total de 455.172 euros al pago de facturas de suministros en el ámbito doméstico de Castilla y León entre 2012 y octubre de 2016. El desembolso económico se reparte entre las 4.900 intervenciones de atención a personas en situación de pobreza energética que beneficiaron a 8.700 personas. Familias que, gracias a la ayuda de la ONG, pudieron mantener su casa a temperaturas adecuadas durante el invierno o bien destinar menos presupuesto al pago de las facturas de la energía. No en vano, la gran mayoría de las "entregas" fue para abonar los recibos de luz (63,5 por ciento), seguido del gas y el gasoil de las calderas (30,5 por ciento). Las ayudas se completaron con las facturas del agua (5,5 por ciento) y el teléfono.

La coordinadora de Cruz Roja en Castilla y León, Eva Fernández, asegura a la agencia Ical que la pobreza energética supone el segundo mayor desembolso del capítulo de intervención de la entidad, solo por detrás de los fondos destinados a la alimentación. Reconoce la problemática a la que se enfrentan muchas familias en una comunidad como Castilla y León, donde las temperaturas son frías durante el invierno. Además, recuerda que es una emergencia social que afecta a adultos, personas mayores y menores, con claros efectos en la salud. "Y ahí es donde la entidad pone sus ojos, al priorizar los hogares desfavorecidos donde hay niños y ancianos", apuntan desde la organización.