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-¿Aquel peligro de que los abogados pudieran fagocitar a los procuradores se ha desvanecido ya?

-De momento sí, la Ley de Servicios Profesionales está ahí aparcada. En el momento que se retome, volverá la incertidumbre sobre incompatibilidad de profesiones, pero nosotros estamos demostrando con nuestra colaboración que somos útiles y que damos servicios a la sociedad, defendemos a los ciudadanos y actuamos en su nombre.

-¿Qué le pediría a este año 2017?

-Que los poderes públicos, los partidos políticos y el ministro de Justicia sean sensibles a nuestra petición, fundada por múltiples argumentos, para que nos den funciones plenas en la ejecución de las sentencias, como he mencionado antes, con la supervisión judicial.

-La mediación es otra parcela en la que aspiran a conseguir trabajo, ¿este pastel, en el que también tratan de morder los abogados y otros profesionales, dará para tanto?

-Creo que sí, porque en Europa está funcionando frente a la litigiosidad. En Europa, existen muchos más asuntos resueltos con la mediación que a través de los juzgados, la proporción es invertida, mientras que en España todavía no. Son los vientos que vienen de Europa: llevar determinados conflictos a la mediación. La profesión de procurador es moderna, ágil, económica y está ya pleno rendimiento para ofrecer el servicios a la sociedad.

-¿No se pisarán competencias unos profesionales a otros?

-No. El ciudadano elegirá, en función de sus intereses. Es lo bueno de sociedades libres, elegir entre opciones, eso contribuye a mejorar los servicios que se le ofrecen y a abaratar el coste. Se evitarían muchos pleitos si los ciudadanos nos conocieran.

-Los funcionarios de la Administración de Justicia no tienen una visión muy positiva sobre que el sistema telemático haya agilizado la tramitación y resolución de asuntos, ¿cree que el objetivo se ha logrado?

-Absolutamente. Todo lo que se implanta y empieza de nuevo crea reticencias. Yo he conocido máquinas Olivetti y funcionarios corrigiendo con típex y ahora reciben los documentos por vía telemática en su ordenador. Antes era hacer papeles, que firmara el secretario o el juez. Los procuradores recibíamos 110.000 notificaciones en Zamora, con tres folios de media y el trajín del papel, me iba para mi casa con carretillos de papel. La digitalización es un lujo.

-¿Las quejas son infundadas, entonces?

-Lo que ocurre es que la Administración va con un burro a una carrera de caballos y hasta que se ejecute bien no se conseguirá un rendimiento óptimo. No hay cursos adecuados de formación; entras en las oficinas de los juzgados y sigues viendo papel pero es el de expedientes de años anteriores a la implantación del sistema Minerva. En unos años no veremos papel, en cuanto terminen los asuntos anteriores a la implantación del sistema Minerva.

-¿En qué debe mejorar todavía la Administración de Justicia?

-La dotación económica debe ser mejor, con el objetivo de que pueda funcionar de forma más rápida y disponer de los mejores medios. Justicia cuenta con grandísimos profesionales, desde el juez al cuerpo de funcionarios, pero las limitaciones presupuestarias frenan el desarrollo, todo son recortes; los medios son precarios para lo que implica esta Administración. Y sigue siendo la cenicienta de presupuestos generales del Estado. Demasiado hacen hacen los funcionarios.

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