El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, celebró ayer la fiesta litúrgica de San Atilano, primer obispo y patrón de la Diócesis de Zamora, con una misa en la iglesia de San Ildefonso a la que acudieron numerosos fieles. Con la solemne eucaristía presidida por Martínez Sacristán se inauguró el nuevo curso pastoral.