El temblor corporal mientras declaraba, afectada por un estado de nervios que no pudo controlar, y las lágrimas que no pudo contener en la sala de vistas, tras ser interrogada en el juicio, delataban el difícil momento que atraviesa, una vez se decidió a denunciar a su marido, de iniciales A.F.G., por el maltrato que dijo sufrir desde hace años.

"Duermo con mi hija en la habitación, encerrada con un candado y con una silla colocada para que no pueda abrir la puerta. Tengo miedo". Un miedo en el que insistió a cada pregunta reformulada por el abogado que defendió a quien todavía es su marido, en un intento de demostrar la falsedad de la denuncia por violencia de género, por las amenazas, "entiendo cómo matan a otras", afirma que le dice. Las acusaciones solo buscan beneficiarse en el proceso de separación emprendido por la supuesta víctima, afirmó el abogado del imputado. La mujer no tiene familia en Zamora y recibe servicio de la Oficina de Atención a Víctimas del Ministerio de Justicia.

Frente a la frialdad con que declaró quien está imputado por la Fiscalía Provincial por el delito de maltrato, el nerviosismo de la mujer le impedía comprender con claridad lo que se le preguntaba. El último episodio denunciado, ocurrido entre el 12 y el 18 de abril pasado, "se lo ha inventado todo", espetó el acusado a la fiscal. El imputado llegó a decir ante la magistrada del Juzgado de lo Penal que "nos llevamos bien" e indicó que sigue viviendo en el mismo domicilio que ella "porque tengo que cuidar a la niña" mientras la denunciante, la única con empleo, trabaja.

La presunta víctima relató que no se ha ido del domicilio familiar "porque él me ha dicho que si me voy, me quita a mi hija, la custodia", lo que ha descubierto que es mentira al asignársele hace unos días un abogado de oficio, el mismo que ayer le defendió y que subrayó en sus conclusiones que la situación económica de su clienta no es buena, frente a la del marido, "que tiene dinero para pagar a un abogado particular". A preguntas de la fiscal, dijo que "nunca la he llamado inútil, ni que le tengo asco, ni que le voy a pagar, ni que no vale para nada, ni pedido explicaciones de un dinero que ella tenía", parte de los 60.000 euros ahorrados en parte con los honorarios del trabajo de ella, "que él ha sacado del banco y tiene en casa de su familia", apuntó ella. (Teléfono gratuito de atención a maltratadas: 016).