El propietario de las dos casetas que cinco integrantes del colectivo Lobo Marley destrozaron en el coto de Figueruela de Abajo, en la Sierra de la Culebra, reclama 5.323 euros, cuando entraron en el recinto, el naturalista Luis Miguel Domínguez, para hacer añicos los aguardos con motosierras y causar otros destrozos.

El dueño de los aguardos reclama, asimismo, una indemnización por los perjuicios ocasionados por los imputados con distribución de un producto químico que ahuyenta a los animales, lo que impidió al cazador desarrollar la actividad cinegética, según su propia denuncia.

Los cinco integrantes del colectivo, que subieron vídeos a youtube en los que se les podía ver con una motosierra destrozando las casetas, efectuando pintadas en sillas y alardeando de su actuación, con gorros de Papa Noel, imágenes que se han aportado al procedimiento.

Los habitáculos especialmente construidos para poder matar al lobo sin ser visto por el animal tienen un coste elevado, en este caso de casi 3.000 euros, aunque pueden llegar a superar los 6.000 euros, dadas sus especiales características. Están diseñadas para permitir la captura del lobo sin que el animal pueda percibir la presencia del cazador que actúa solo cuando está permitido para corregir la sobrepoblación de esta especie, con autorización de la Administración.

Los integrantes de Lobo Marley también destrozaron casetas de la Junta de Castilla y León, que también emprendió acciones judiciales por daños a las casetas, que para su instalación precisan del uso de una grúa, dado que resulta imposible internarse en el coto con camiones para poder instalar los habitáculos especialmente diseñados para este cometido específico. En el dossier que ilustra las actuaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil para investigar las denuncia.