Las imágenes a las que parece que la sociedad se está acostumbrando desde el pasado verano -la de los refugiados sirios huyendo de la guerra y hacinados después en campamentos- han calado hondo en dos zamoranos, Carmen Esteban e Íñigo Rodríguez, quienes viajarán el próximo mes al campo de refugiados de Idomeni como voluntarios para ayudar en lo que puedan ser útiles. "Es una situación que se está alargando mucho en el tiempo y siento que quedarme de brazos cruzados es ser cómplice. Aunque sea una ayuda mínima, creo que tienen que ver que nos movilizamos, no solo haciendo presión ante los gobiernos con movilizaciones, sino acudiendo en su ayuda", justifica la zamorana, estudiante de Antropología Social y Cultural en Madrid.

El proyecto personal con el que viajan aporta más que la tradicional ayuda de voluntariado. No solo llevarán su buena voluntad para donar su tiempo, sino que además irán cargados con cartas escritas a mano que entregarán a los refugiados. Una idea a la que dio forma Íñigo Rodríguez, estudiante de último año de Medicina en Salamanca, con amplia experiencia en voluntariado en países en desarrollo. "Igual de importante es entregar ropa y comida como transmitir un mensaje de esperanza y apoyo. Queremos decirles que aunque las fronteras estén cerradas, los ciudadanos les estamos esperando con los brazos abiertos", resume.

Aunque sean dos frases, "con un inglés muy básico", estas cartas mostrarán el sentir de muchas personas anónimas. "No queremos que se convierta en nada político ni que incite a las revueltas o enfrentamientos, solo queremos mantener su ilusión, dándoselas en mano cuando lleguemos a nuestro destino", argumenta Rodríguez.

En principio no van con ninguna ONG, aunque están en conversaciones con algunas organizaciones "porque nos facilitaría mucho el trabajo", reconoce el zamorano. Por otra parte, el destino, aunque en un principio sea Idomeni, puede cambiar "si las condiciones son muy complicadas, así que nos iríamos a cualquier otro campo, porque hay varios cercanos", añade Esteban.

Junto con la entrega de estas cartas, ambos están dispuestos a recaudar fondos para la misma causa. "Sabemos que lo han hecho otros voluntarios, así que aunque es una gran responsabilidad, quien confíe en nosotros podrá hacer su donativo en una cuenta que abriremos en breve", anuncia Rodríguez.

Por último, hacen un llamamiento a aquellos que quieran emular su predisposición a esta ayuda sin reservas. Ya sea para esas mismas fechas -del 7 al 22 de junio- o más adelante, han creado un grupo en Facebook, "Universitarios con los refugiados" para que todos los interesados puedan estar en contacto y facilitar así la posibilidad de organizar futuros viajes para tender la mano a estas personas con nuevos grupos de viajeros solidarios.