Los cuentos clásicos no pierden vigencia y además son una herramienta fundamental para educar en las aulas. Esta fue la base del taller sobre narración oral que impartió María José Floriano en el Campus Viriato.

-¿Los cuentos son interesantes como base para la educación?

-El aula se llenó en seguida y por la experiencia que tengo con talleres anteriores el tema de los cuentos es muy atractivo, sobre todo para poder poner cosas en prácticas y saber cómo utilizar la literatura y creatividad en el aula. Los estudiantes están deseosos de que les lleguen propuestas nuevas en este sentido. Aunque ha sido corto en el tiempo, con solo dos jornadas, sí que da lugar a tocar bastantes temas.

-¿Es complicado hablar de cuentos a estas nuevas generaciones de maestros?

-El arte de la narración oral les pilla lejos, no están muy habituados a tratar estos temas en el aula. Pero también por eso les llama mucho la atención a modo de técnicas y de aspectos que pueden poner en práctica en sus clases. Además, aunque la mayoría de los participantes en el curso han sido estudiantes de Magisterio de diferentes cursos, también ha habido gente sin relación con este mundo, pero que les llama la atención. A pesar de ser un tema muy vinculado a la escuela de Magisterio, al final el taller lo que pretende es estar abierto a todo el mundo que tenga un interés y un amor por los cuentos.

-¿Se puede aprovechar la técnica oral más allá de la escuela?

-El aula tiene miles de posibilidades, pero no es un ámbito exclusivo. De hecho, en las empresas se está poniendo muy de moda el tema de los "storytelling", el contar historias para adultos, cambiar las ponencias clásicas y rígidas de toda la vida por otra forma de contar, con lo que se abren muchas otras vías. Yo lo adapto al público que viene, que en general son maestros, pero siempre lo hago para que tengan esa idea de que el cuento tiene muchas posibilidades, que va más allá, que es una vía de comunicación tanto para niños como para adultos.

-¿Incluye en sus talleres la propia historia de los cuentos a lo largo del tiempo?

-Empezamos siempre con unas nociones básicas de la narración oral, desde sus inicios en África hasta nuestros días. Luego pasamos a desarrollar técnicas y juegos que tienen que ver con el arte de contar y la propia narración oral. Al ser un curso intensivo, hablamos más de literatura infantil, de autores, del significado de los cuentos y su utilidad, sin olvidar la parte de creatividad en el aula como fomento de la lectura, animación lectora, juegos en el aula o propuestas.

-¿La tradición oral sigue teniendo presencia en los niños?

-En un momento del taller pregunto si merece la pena seguir contando cuentos tradicionales, si aún tienen vigencia. Personalmente creo que sí, a pesar de las nuevas modas y tendencias o de las críticas al sexismo de los cuentos. Lógicamente, tenemos una nueva forma de vida a la que hay que hacerle hueco, pero no está en oposición con lo que se ha hecho hasta ahora. Para mí, forma parte de nuestra historia, de lo que hemos sido. Al margen de interpretaciones, creo que hay una simbología muy poderosa en estos cuentos. Es algo que defienden muchos expertos, como que a los niños les ayuda a enfrentarse a sus miedos, al mundo de hoy.

-¿Entienden los niños de la misma manera los cuentos que generaciones anteriores?

-Ellos transcienden todos esos mensajes, la interpretación que los adultos les damos con nuestro prejuicios. Se quedan con la simbología pura y dura. Hay una historia y tradición detrás de todo eso que es muy importante.

-¿Así que los cuentos de siempre siguen siendo válidos para los niños?

-Los cuentos siguen pasando de generación en generación. Desde Caperucita hasta los tres cerditos, todos los cuentos de hadas siguen llegando. Está genial que haya versiones y que se hagan otros cuentos, porque es normal que evolucione al ritmo de la sociedad en la que vivimos, pero yo creo que son dos cosas que pueden ir en paralelo. La tradición oral sigue teniendo vigencia y peso específico y además a mí me parece necesaria para conocer nuestro pasado y nuestros antecesores. Está llena de magia.

-¿Está comprobado entonces el uso educativo que se le puede dar a los cuentos?

-Según Gustavo Martín Garzo, los cuentos preparan para la vida. Por un lado, les muestras un mundo maravilloso, a la medida que ellos quieren, aunque luego tienen que volver a la realidad. Pero siempre regresan con un as bajo la manga, con una herramienta que les ayudará en el futuro. Creo que el cuento es una herramienta básica para conocer el mundo, enfrentarse a él y, sobre todo, y que no se nos olvide, para jugar, divertirse e imaginar. No sé si es algo que se está perdiendo en el aula, pero la imaginación, la fantasía y la diversión son las tres cosas que el cuento, aparte de su valor educativo, también proporciona.