-¿Cómo está en campo de los seguros agrarios?

-Dependen de una especie de "pool", que se llama Agroseguro que nos marca las coberturas, las primas y las pautas. En ese campo hay mucho que mejorar. En los últimos años sí que ha habido cierta flexibilidad por parte de Agroseguro y se están haciendo cosas, pero no hablamos más allá de tres o cuatro años para acá. Eran seguros, y lo siguen siendo, un poco estancados. Son seguros que no dependen directamente de ninguna aseguradora en concreto. Las compañías proponen, pero Agroseguro no es que sea estatal pero está en ese ámbito donde cambiar las cosas lleva más tiempo. Sí se ha notado de tres o cuatro años para acá que se les ha dado una vuelta, y a ver si vamos más adelante. De qué se quejan los agricultores, pues de que a mí Agroseguro me marca el precio del cereal a tantos céntimos el kilo y vas al mercado y vale más. Y si tengo un siniestro se va a limitar a la cantidad que él pone con lo cual voy a tener una pérdida aunque me indemnice bien. Entonces hay que dar una vuelta tanto en seguros de ganado como de cosecha, que nos afectan mucho en Zamora.