El etnográfo salmantino Ángel Carril, que falleció en el verano de 2002, estaba considerado como uno de los mayores expertos nacionales en cultura sefardí, sobre la que escribió varias obras monográficas. Años más tarde sus familiares han decidido que la amplia biblioteca, instrumentos musicales y piezas etnográficas de este hombre, que dirigió el Centro de Cultura Tradicional de Salamanca y que logró, entre otros galardones, el Premio Nacional de Folclore Agapito Marazuela, formen parte de los fondos del Museo Etnográfico, ahora, en régimen de cesión para posteriormente convertirse en una donación.

La elección del centro regional con sede en Zamora obedece al deseo de las hermanas del experto de optar por "una institución que, en primer lugar, garantizase su cuidado y, en segundo lugar, y no menos importante, permitiese su estudio. Consideramos que el Museo Etnográfico de Castilla y León cumplía con ambas condiciones", explica Rosario Carril quien atestigua que "si no cambian las circunstancias que nos llevaron a dar este primer paso, nuestra intención es que el depósito pase a ser una donación".

En estos momento el fondo se encuentran en una sala contigua a la biblioteca del centro regional donde puede consultarse desde los 2.600 volúmenes, el centenar largo de titulaciones periódicas o los 800 folletos, separatas, carteles que atesoraba el experto sin pasar por alto una interesante discoteca que presenta desde discos de folclore latinoamericano, música de los grupos de folclore de los años 70 en vinilos o cientos de casetes de música sefardí. Además, los carteles o folletos de exposiciones, de las décadas de los años 80 y 90, resultan "interesantes porque nos permiten conocer la evolución que ha existido en las muestras de cultura popular y el tratamiento que le dieron las instituciones", indican desde el museo.

"Se trata un fondo moderno, fundamentalmente de los años 80 y 90, muy centrado en temática local de Salamanca porque era un investigador que ahondó mucho en aspectos de esa provincia desde costumbres y tradiciones populares o historia local, a lo que se unen volúmenes muy interesantes de fotografías de Ortiz Echagüe, o cancioneros y romanceros, con ediciones de todo el siglo XX", describe el responsable de la biblioteca, Emilio Ruiz Trueba. El técnico ha inventariado y organizado el compendio en áreas temáticas para facilitar su consulta, dado que hasta que no se convierta en donación no será catalogado ni formará parte de los fondos que se puedan consultar a través de la web del espacio cultural regional.

Instrumentos musicales de la península ibérica

La cesión presenta un tercer ámbito. Las piezas. El etnógrafo Ángel Carril tenía casi un millar de piezas de la vida cotidiana tradicional, como juegos de cencerros, aceiteras; juguetes como peonzas, platos de loza, chocolateras de barro o cántaros así como indumentaria tradicional, principalmente de Salamanca, y una amplia colección de instrumentos tradicionales de la península, que son originales, y de Marruecos, la India o Sudamérica, como flautas andinas de caña doble u ocarinas.

Desde el Museo Etnográfico resaltan las hueseras, las cañas rocieras, crótalos de metal, instrumentos de los que adolecía del centro, o una zambomba, un pandero cuadrado con porra de Peñaparda así como la rica variedad de castañuelas, desde León hasta Ibiza. «Todas muy bien conservadas», apuntan. Por el momento ninguno de los instrumentos de Carril se exponen en las salas del centro regional, pero la idea es modificar, en breve, la vitrina de instrumentos «para ampliarla y exhibir algunas de las piezas que se tocan en la región» como las hueseras o el pandero cuadrado.