Una de las actividades más conocidas de la labor que desarrolla el Consorcio de Fomento Musical son las aulas de folclore, que mueven en torno a los 1.250 alumnos en sus nueve centros repartidos por muchas de las comarcas de la provincia. Las escuelas de folclore funcionan en Zamora capital, las Aulas de Aliste y Tras Os Montes, la de Sanabria en Puebla, Camarzana de Tera, Benavente, Tierras de Tábara (en Tábara), Carbellino (Sayago) y Fermoselle, además de Fuentesaúco (Guareña).

En todas estas aulas se enseña a los alumnos, de todas las edades, a tocar los instrumentos tradicionales, como la dulzaina, gaita de fole, flauta y tamboril, percusiones de acompañamiento, como pandereta y canto. Además, según las peculiaridades de la comarca, se complementa también con otras disciplinas, como es el caso del baile. En Zamora capital, por ejemplo, no, porque existe una oferta de grupos suficiente que se dedican a enseñarlo, pero en otras zonas sí. De hecho, han ayudado a recuperar a lo largo de los años la danza de Tábara, la de Muelas del Pan, Cañizal o Almaraz. También en algunas comarcas se añaden instrumentos de viento, teclados o guitarra, aprovechando la actividad musical más relacionada con la tradición. La edición del calendario de Romerías de la provincia es otra de las iniciativas del Consorcio.