Alrededor de medio centenar de personas espera desde hace más de un lustro las ayudas que la Consejería de Fomento programó para los jóvenes que se quisieran comprar una vivienda. Los datos, que no son oficiales, son los que ha dejado tras de sí la línea de ayudas a la adquisición de viviendas por parte de los jóvenes que programó la administración regional.

Los compradores debían de cumplir varios requisitos, entre ellos tener menos de treinta y seis años, que la vivienda se destinara a domicilio habitual y permanente o formalizar un préstamo de al menos del 60% del precio de la compra de la vivienda.

Las ayudas ascendían a casi diez mil euros en la mayoría de los casos. Uno de los zamoranos afectados, que tenía 28 años en el momento en que formalizó la venta del piso, asegura que "de no ser por esta línea de ayudas ni siquiera me habría planteado comprarme un piso". El hecho es que este afectado, que no es ni mucho menos el único, espera desde hace años los 7.000 euros que iba a recibir para la entrada de la vivienda más los 1.500 con los que ya contaba para los gastos que se derivan de la escritura. En total, 8.500 euros, una cantidad muy a tener en cuenta.

La ayuda total variaba dependiendo de los ingresos del solicitante y la cuantía destinada a la entrada de la vivienda podía por si sola ascender a los diez mil euros para los interesados con menos poder adquisitivo.

Las primeras resoluciones, según detalló La Gaceta de Salamanca, comenzaron a llegar en el año 2011, cuando la Consejería de Fomento estaba aún encabezada por Antonio Silván. Cinco años después de las primeras notificaciones aún no ha llegado nada y Fomento asegura simplemente que "no hay dinero" para hacer frente a este gasto, elevado para la Consejería.

La Junta no fue capaz de ofrecer ninguna solución durante la pasada legislatura, y en lo que va de esta tampoco se ha pronunciado nadie al respecto. Mientras, los afectados continúan esperando el dinero y aseguran que el incumplimiento de este tipo de promesas causa un doble prejuicio. Es más o menos habitual ver como las promesas quedan en el limbo, pero el perjuicio es evidente cuando la situación afecta al bolsillo de una manera tan directa.

Mientras, y como contrapunto, el Boletín Oficial de Castilla y León hizo públicas la semana pasada las nuevas bases por las que se regula la concesión de ayudas para el alquiler de viviendas. Estas subvenciones están destinadas a quienes disponen de menores ingresos y optan por el arrendamiento en lugar de por la compra.

Así, respecto a las anteriores convocatorias, se elimina el requisito por el que los contratos de arrendamiento de vivienda, para que puedan ser subvencionados, han de estar formalizados con posterioridad al 31 de diciembre de 2010, "admitiéndose a partir de ahora todos los contratos de arrendamiento, independientemente de su fecha de formalización".