Cuando la Policía Nacional le registró pudo comprobar que sobre sus ropas se había vestido con otras ocho recién robadas en el establecimiento comercial en el que fue interceptado por el vigilante. El hombre, de 45 años y nacionalidad rumana, había quitado las alarmas a las prendas sustraídas, valoradas en 467 euros, por lo que al pasar por la caja de la tienda no saltó ninguna alarma.

Sin embargo, el vigilante del establecimiento sospechó del supuesto cliente por su actitud. El hombre, con antecedentes por robo y reclamado por un juzgado de Badalona, pasó por caja sin llevarse nada, pero dejó dos prendas para de inmediato salir del local comercial. Al registrarle se le encontró un alicate, con el que supuestamente habría arrancado las alarmas de la ropa sustraída. El juez decretó su libertad con cargos.