El escritor Ángel García Prieto ha publicado un nuevo libro centrado en Portugal que lleva por título "El río Tejo. Lugares, entornos y cultura del Tajo portugués".

-Esta publicación supone un nuevo acercamiento a Portugal, pero ¿cómo surge?

-Este libro llega después de "El Douro, lugares, cultura y vinos del Duero portugués" que se editó el año pasado, y que tenía la co-autoría de António Filipe, experto en vinos de Porto. Y, si Dios quiere, antecederá a otro que esperamos sacar, en coautoría con Fermín Rodríguez, geógrafo de la Universidad de Oviedo y de Gonçalo Magalhaes, ingeniero experto en Vinho Verde el año que viene y que se va a titular "La Regiao do Minho. Viaje por los ríos en los nació Portugal".

-En su periplo narrativo el Tajo, el Tejo, y su cauce, es el punto de unión para acercarnos a una parte muy concreta del país vecino.¿Por qué emplea este recurso?

-Suelo hacer referencias a novelistas y poetas, que he leído, de esos lugares que cada libro visita. Me interesa la cultura portuguesa y en apenas retazos o anécdotas procuro plasmar detalles de ella.

-Usted no opta por el tradicional libro de viaje.

-No son estrictamente guías de viaje, pero sí libros de viajes que sirven para orientar a otros cuando vayan a ir por allí. Destaco siempre lugares interesantes, a veces no presentes en las guías al uso. Además los textos se complementan con fotografías, casi todas de mi hermano Javier, de mi sobrina Teresa y algunas de la red, con permiso de reproducción; y las portadas son cuadros de mi cuñada María Ángeles. De modo que son libros muy familiares.

-El libro concluye con "Políptico literario", una complicación de títulos relacionados con la temática que usted aborda. ¿Qué le mueve a incluirlo?

-Me gusta conocer a los escritores de los lugares sobre los que escribo. Además me gusta escribir reseñas y he incluido algunas que tiene que ver con Lisboa o con autores de las comarcas de las que hablo en el libro. Profundizo mucho en la cultura de los lugares sobre los que escribo.

-Aludía a un libro sobre la región de Miño. ¿Seguirá acercándonos con otras publicaciones a Portugal?

-Tengo la idea de seguir con otros dos libros similares por los ríos de las regiones de Beira Litoral, para el 2017 y la de Alentejo Baixo y Algarve, para el año 2018; si todo va bien. Así habrá libros de todo Portugal, vertebrados en viajes por sus ríos principales.

-Su relación tan estrecha con Portugal se ha materializado en muchos títulos, pero ¿cómo nació?

-Portugal me gusta, desde niño he tenido un fuerte contacto, de hecho siendo un infante a la consulta que tenía mi padre en la calle San Torcuato venían muchos portugueses de Tras Os Montes. A margen de este recuerdo, racionalmente me parece que es una tierra bella, un balcón ajardinado sobre el Atlántico, con una historia tan rica como la nuestra y un patrimonio artístico impresionante. La gente es muy, pero que muy hospitalaria y acogedora, el clima es bueno y los precios también. Emocionalmente me apasiona, sobre todo con el fado, y vivencialmente me siento en Portugal con una sensación paradójica estupenda. Es como estar en tu casa y a la vez es estar en un lugar exótico.

-¿Es partidario del iberismo, entendido como acercamiento entre ambos países?

-Me parece que ese iberismo es bueno. España es para ellos un gran país y Portugal también debería ser para nosotros mucho más de lo que parece que sentimos por él. Somos hermanos de espaldas, quizá los españoles no queremos saber muchos de ellos. En Zamora apreciamos mucho más a Portugal que en otras provincias de La Raya. Tenemos más sentido de cercanía con el portugués, igual que he observado que sucede en Extremadura o bien en Huelva. Creo que nos sentimos más rayanos porque el contacto de ambas poblaciones es muy frecuente, valga como ejemplo la presencia de muchos apellidos portugués en la ciudad.

-Es un amante del fado, una canción que ya tiene su rincón dentro de la cultura de la ciudad.

-El festival de Zamora es muy conocido en Portugal. Recuerdo un año en el que hubo tres sesiones y hasta conferencias complementarias. Es una lástima que hayan reducido las actuaciones por la crisis. He asistido casi todo los años y por el festival, que organiza la Fundación Hispanolusa Rei Afonso Henriques, han pasado las mejores fadistas cuando todavía lo eran grandes figuras. Por Zamora han pasado Carminho cuando era una cría o bien Carlos Ribeiro. El festival de Zamora no hay que dejarlo desaparecer porque en el mundo fadista es una referencia.