Tras semanas de pruebas, el jueves por la mañana en Villalpando se dispensó la primera receta electrónica en la provincia de Zamora. Así lo comunicaron ayer el gerente de Atención Primaria, Francisco Montes, y el presidente del Colegio de Farmacéuticos, José Espinosa, que hablaron de "un punto y final de un trabajo de mucho tiempo".

Ambos coincidieron en la importancia que esta novedad tendrá para los pacientes, fundamentalmente los enfermos crónicos, que ya no tendrán por qué ir a la consulta médica cada vez que necesiten un nuevo fármaco. "Esto permitirá agilizar los trámites, así como eliminar los posibles errores de transcripción y desahogar las consultas de los profesionales, que podrán dedicar más tiempo a atender a los pacientes en lugar de extender recetas", explicó Montes.

Durante estas semanas, la receta electrónica se irá implantando por las distintas zonas de la provincia, empezando por Villalpando y siguiendo por la zona de Toro, a la que llegará entre los días 23 y 27 de este mes. Después, entre el 30 de noviembre y el 4 de diciembre, se extenderá a La Guareña y entre el 4 y el 18 a Corrales. La capital será el último punto al que llegará la receta electrónica, posiblemente antes del verano de 2016. "Se trata de un proceso tecnológico complejo que también está condicionado por las condiciones geográficas y tecnológicas de nuestra provincia, pero que permitirá una mejor atención farmacéutica al paciente", comentó Espinosa.

A la espera de más dosis

Ante los problemas de abastecimiento de la vacuna de la meningitis, el presidente del Colegio de Farmacéuticos apuntó al desbordamiento de los laboratorios como culpable. "Se ha generado una demanda exhaustiva y una cierta alarma por parte de los padres que no está justificada, lo que ha provocado que se agoten las unidades disponibles", comentó Espinosa, que anunció que han contactado con el laboratorio "y se han comprometido a fabricar más en un periodo de tiempo relativamente corto, pero de momento las unidades son limitadas".