La mediación extrajudicial absorberá el 50% de los litigios que ahora se solventan en los tribunales la "profesión de mediador, que es de de futuro", esté plenamente integrada en España, declaró ayer en Zamora la magistrada integrante en el Grupo Europeo de Magistrados por la Mediación, Amparo Quintana, que clausuró Curso Superior de Mediación Familiar, Civil y Mercantil, impartido por la UNED, homologado por la Junta de Castilla y León y por el Ministerio de Justicia. "La mediación ha llegado y no se va a ir", afirmó, para criticar la excesiva judicialización de la vida cotidiana y apostar por esta forma de resolver conflictos, "que no es algo nuevo, ni alternativo, ni de unos iniciados", sino que tiene precedentes en el siglo XI, con el foro de Avilés, y hasta el siglo XIX, cuando "se empezaron a invertir las cosas y lo más importante pasa a ser la Ley". Quintana se remitió al lema del Grupo Europeo al que pertenece, "Mediación es Justicia", para revalorizar un sistema que permite a las partes abordar desde el diálogo cuestiones periféricas que van más allá del conflicto en sí y buscar juntos soluciones "más satisfactorias, desde un punto de vista más realista, más adecuado a sus verdaderos intereses". La mediación no es otra cosa que conseguir que "asuntos que pueden resolverse en una mesa no acaben en los juzgados", una vía más rápida que los propios abogados están descubriendo, como demuestra el que, "cada vez más, estos profesionales van orillando el litigio para dedicarse más" a la mediación. "Una casa es el litigio en sí y otra el conflicto", agregó Quintana.

De la importancia de esta fórmula da fe el respaldo del Consejo General del Poder Judicial, frente al Ministerio "que aprueba proyectos de ley de mediacion en consumo o penal, pero sin dotar de medios" para desarrollarlos. El Consejo, por contra, tiene tres vocales de mediación exclusivamente, "hace unos años sacó protocolos" a tal fin, "hasta donde sé hay un interés". En España "durante siglos para llevar a alguien a los tribunales tenía que haber hecho algo muy gordo, prácticamente irresoluble", apunta Quintana. Y es que la mediación "es una forma con la que los ciudadanos pueden hacer justicia", aseguró.