España es líder en donantes de órganos y eso es gracias a la labor conjunta de ciudadanía y administración. Por parte de Sanidad, por poner a disposición del usuario toda la información y facilidades posibles. Por parte del ciudadano, por un cambio en la mentalidad que ha hecho tomar conciencia de que cada uno es importante para otra persona. El doctor Carlos Fernández Renedo es el coordinador de Trasplantes de Castilla y León. Ayer visitó la capital para participar como ponente en las Jornadas de Otoño organizadas por la Fundación Científica Caja Rural, donde expuso las claves del sistema de donación en España.

-¿Cómo se coordina un sistema de donación y trasplantes como el de Castilla y León?

-El sistema de España y el de Castilla y León, que son muy parecidos, tienen su principal fuente de éxito en la conexión que hay entre los hospitales y los profesionales. Nos basamos en una organización centralizada pero con descentralización posterior. Es decir, partimos de un núcleo, que es la Organización Nacional de Transplantes, que es la oficina central de todo el proceso al cual estamos añadidos todas las comunidades autónomas. A partir de ahí, vamos haciendo diversas actividades con objeto de captar la mayor cantidad de donantes posible dentro de aquellos pacientes que por su mala evolución fallecen tanto por muerte encefálica como por muerte cardíaca y obtener la mayor parte de órganos viables para hacer transplantes y que otros pacientes puedan vivir. Y, por supuesto, estamos en permanente contacto entre los diferentes centros.

-¿Qué particularidades tiene el sistema español para ser líder a nivel internacional?

-Lo que nos diferencia de otros países es el sistema de coordinación de trasplantes. Es decir, que haya un coordinador de trasplantes en cada hospital, tanto médico como de enfermería, es fundamental para localizar a aquellos pacientes que pueden evolucionar mal en su enfermedad hacia la muerta tanto cerebral como cardíaca. Esta actitud hace que localicemos y detectemos una cantidad de donantes muy importante. Y de esos donantes podemos extraer una gran cantidad de órganos que, hasta ahora, en ningún país del mundo se ha podido.

-¿Y cómo está la situación en Castilla y León?

-Pues hemos sido líderes mundiales. Porque somos la comunidad que más donaciones ha conseguido en España, así que somos líderes mundiales.

-¿Existen todavía tabúes en cuanto a la donación de órganos?

-Cada vez menos. Cuando yo empecé en esto en el año 1995 había una reticencia porque las familias todavía tenían muy asumido ese culto al cadáver. En aquella época era muy raro encontrar a alguien trasplantado y a día de hoy yo creo que cualquiera tiene un amigo o conocido trasplantado o en lista de espera. Eso ayuda mucho. Y también el hecho de pasar del enterramiento clásico a la incineración igualmente ayuda. Además de la concienciación de la población, que ha variado muchísimo y tenemos un registro muy importante de donantes.

-¿Las familias ponen problemas en la hora clave de la donación?

-Las familias, en general, están muy concienciadas. Ya nos cuesta menos la entrevista familiar de cara a conseguir las donaciones. Es algo que ayuda mucho.

-Dentro de este sistema de excelencia, ¿es la lista de espera la pata que cojea?

-Lo que ocurre con la lista de espera es que no tenemos donantes suficientes. Nuestro problema es la escasez de donantes. A pesar de ser números uno en el mundo, todavía nos faltan donantes. A día de hoy, en España hay 4.000 pacientes en lista de espera en trasplante renal y unos 500 en trasplante hepático. No es una cuestión de falta de quirófanos ni de falta de medios. Nosotros trabajamos a parte de lo programado, entre comillas. Si a las tres de la mañana nos avisan de que hay un hígado en Zamora, el equipo de trasplante viene a las cuatro y el hígado está implantado a las cinco de la mañana. No es un problema de recortes, sino de que no hay donantes.

-¿Cómo funciona la donación en el Complejo Asistencial de Zamora?

-Zamora es un hospital que solo hace detección y extracción de órganos y de tejidos. El hospital es autosuficiente en tejido óseo, y en órganos lo que hace es dar la alarma y ofertar el donante a los equipos de trasplante renal. A los enfermos de Zamora se les trasplanta en Salamanca, León o Valladolid. El nivel de donaciones es satisfactorio. Actualmente está en más de 30 donantes por millón de población, que es una cifra bastante buena para un hospital de estas características, teniendo en cuenta que no tiene servicio de neurocirugía, que esos cuentan por el hospital de Salamanca.