Pocos dudan de la importancia de la caza en provincias eminentemente rurales como Zamora. No obstante, hay que apuntar también que las asociaciones de defensa de los derechos de los animales han puesto su punto de vista en la caza, en sus diferentes variedades, y abogan por su suspensión. Lorenzo Masero es el presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Galgo Español y, como tal, es uno de los máximos conocedores de los entresijos de la caza con galgo, deporte para unos y actividad cruenta para otros. Masero fue uno de los protagonistas de la mesa redonda celebrada ayer en el paraninfo del Colegio Universitario con motivo de una nueva edición del CLUB LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA.

-¿Sobre que pilares se sostuvo su intervención de ayer en la mesa redonda organizada por este diario?

-Queríamos hablar del mundo de la caza y de todo lo que le rodea porque consideramos que la situación actual es muy delicada. Ahora los que cazamos con galgos tenemos una serie de problemas. En los reglamentos actuales puede verse como hay partidos políticos, más concretamente ciertas personas dentro de determinados partidos políticos, que están en contra de la caza del galgo a la liebre. Obviamente también tenemos que tratar el tema de las presiones que sufrimos por parte de las protectoras y de las asociaciones que se hacen llamar animalistas. En todos los casos se trata de asociaciones que están económicamente ayudadas por quién sabe quién y que últimamente se han posicionado muy en contra del tema del galgo. Ahora vienen a decirnos que si el galgo sufre estrés y otra serie de cosas. No entienden del tema y quieren enseñarnos a los que de verdad sabemos de lo que estamos hablando. El galgo y la liebre nacen para esto, para correr, y cuando lo hacen están cumpliendo con su función.

-Antes hablaba de problemas surgidos en el entorno político. ¿A qué se refería concretamente?

-Hay ciertos políticos por ahí que están presentado escritos en el Congreso y en el Senado para que prohiban la caza con galgo. El propio Partido Socialista ya lo intentó hace unos años y ahora se ha sumado al carro Podemos. No podemos negar que hay una corriente política que aboga por prohibir las carreras de galgos, algo que nosotros denunciamos porque consideramos que no hay razón para ello.

-¿Cómo ve el futuro?

-Personalmente tengo bastante confianza en que esto va a seguir adelante. Al final el pueblo, entendido como la gente de a pie, manda mucho y pesa mucho a la hora de decidir sobre algunas cuestiones. Y hay que tener también en cuenta la importancia de la caza para los pueblos, entendidos esta vez como núcleos urbanos. Otra cosa es que tengamos que cumplir algunas normas, que se puedan modificar. Todas esas cuestiones se pueden hablar. Pero hay que tener en cuenta que con la caza no se hace daño a nadie, que no se puede legislar en contra de la gente. En este sentido no estoy preocupado. Las posiciones contrarias evolucionarán, pero no les veo mucho futuro.

-En esencia, ustedes defienden lo mismo que los aficionados a la tauromaquia y que también denuncian las prohibiciones.

-Sí, libertad para desarrollar nuestra afición.

-¿Hay futuro en la caza o se ha convertido en una actividad desconocida para la gente más joven?

-Últimamente está entrando mucha gente joven. Hay que tener en cuenta que en muchos pueblos no hay otra cosa, no tenemos nada de nada, si ya no podemos salir ni a cazar, apaga y vamonos. Y tampoco hay que olvidar el aspecto económico. Hay localidades en las que no vive apenas gente y que se llenan de vida los fines de semana como consecuencia de la caza. Hablan mucho de proteger y fomentar la vida en el mundo rural, pero mientras legislan contra aficiones y nichos de negocio de los pueblos como la caza. No tiene sentido.

-Ahora vemos como hay campañas que animan a las personas que viven en las ciudades a adoptar galgos. Hay personas de su entorno que se han posicionado en contra por entender que el animal sufre en el entorno urbano. ¿Cómo lo ve usted?

-Lo veo perfecto. Llega un momento en el que el animal no es válido para la caza y hay que buscarle otro hogar. Para cazar, el galgo necesita correr, pero no tiene ninguna especialidad con respecto a otros perros para el entorno urbano. Son animales tranquilos, que no necesitan de una gran adaptación y que no dan problemas.