-La reina Sofía le ha entregado la mención a alumna más sobresaliente de la cátedra de violín de la Escuela Superior de Música Reina Sofía el pasado año y la de cuarteto de cuerda más sobresaliente, dos años consecutivos.

-Se trata de un reconocimiento que da nuestra escuela al trabajo de todo un curso. La de cuarteto la he logrado dos años seguidos quizás porque siempre he tenido mucho interés en la música de cámara, que me apasiona. Ahora resulta muy difícil vivir de ella, pero eso no supone que ponga menos ilusión. Intento esforzarme para ser la mejor en ese campo. Se me ha reconocido y estoy agradecida.

-¿Su futuro será la enseñanza o el convertirse en violista solista?

-Por lo pronto creo que iré a un conservatorio de Centroeuropa. La enseñanza me atrae bastante, pero en el mundo de la música cuantas más facetas puedas abarcar más enriquecedora será para ti como profesional. Espero tocar todos los palos posibles.

-¿Cómo lo tiene ahora un músico español?

-Depende de su calidad como profesional, como en todo. Fácil no lo tenemos, pero tengo la esperanza de que la gente que de verdad vale y es un buen profesional, acabará haciéndose camino.