La Guardia Civil ha imputado a un varón como supuesto autor de un delito contra la flora, fauna y maltrato animal. El acusado había, supuestamente, colocado un cepo de una finca de su propiedad, cepo que atrapó a una perra causándole lesiones.

Los hechos sucedieron el pasado 16 de agosto, cuando la Guardia Civil tuvo constancia de un animal atrapado en un cepo en una finca de la carretera de Almaraz. La trampa se encontraba anclada al suelo mediante un hierro, lo que impedía la movilidad del animal. Igualmente, al lado del cepo se encontraba, "a modo de cebo", un cerdo en avanzado estado de descomposición.

La colocación de estos cepos causa un importante sufrimiento a los animales que quedan atrapados en ellos, ya que al intentar huir se producen graves lesiones en las partes que quedan atrapadas por los hierros. La insistencia de los animales puede llevarles a perder algún miembro y, en casos extremos, a la muerte. La trampa estaba oculta bajo la tierra, lo que también podía ser peligroso para las personas que deambulen por la zona, principalmente cazadores dada la época del año.

Tras identificar al dueño del can y hacerle entrega del animal para que pudiera trasladarlo a un veterinario, el Seprona inició las correspondientes diligencias de investigación con la finalidad de averiguar e imputar a la persona que había colocado el cepo.

Las investigaciones concluyeron el 26 de agosto, cuando se imputó al dueño de la finca, según la Guardia Civil de Zamora. Las diligencias instruidas y artes incautadas han sido puestas a disposición del Juzgado de Guardia de Zamora. El Código Penal establece que este tipo de delitos están penados con entre cuatro meses y dos años de cárcel o multa de ocho a 24 meses. En cualquier caso, también conlleva la inhabilitación especial para el ejercicio de la caza por tiempo de entre uno y tres años.