Las interminables obras para convertir el antiguo matadero en un centro cultural tendrán que ser licitadas y adjudicadas por tercera vez por parte del Ayuntamiento de Zamora. El alcalde, Francisco Guarido, ve difícil una solución alternativa porque tiene claro que el presupuesto de la anterior Corporación, de 2012, no alcanza, ni de lejos, para terminar la obra debido a los desperfectos que acumula en los años transcurridos desde la quiebra de la constructora Cadarso XXI.

En 2012 el Ayuntamiento de Zamora, tras anular el contrato anterior, procedió a una nueva licitación de proyecto y obra con el propósito de concluir el edificio y reparar los numerosos daños existentes ya debido tanto al abandono como a la acción de los vándalos. El presupuesto final se elevaba a 350.000 euros que se sumaban a una inversión que, a aquellas alturas, se acercaba ya a los dos millones de euros. Sin embargo, la adjudicación se retrasó año y medio, lapso en el que se sucedieron los robos y la ocupación habitual de un inmueble sin estrenar y que, sin embargo, cada día está más cerca de la ruina.

El pasado mes de marzo, con las elecciones a las puertas, los responsables municipales anunciaron la inminencia de la puesta en marcha de los trabajos. Y hasta ahora. El actual equipo de Gobierno dice tener el asunto como "urgentísimo", y el propio Guarido califica directamente al proceso de "la mayor vergüenza del Ayuntamiento, un centro necesario, que ha costado tiempo y dinero, pero todo ese proceso ha servido para muy poco a la vista de la realidad. Y la consecuencia directa es el desprestigio de la institución", sentencia el regidor.

Valorarán la posibilidad de reanudar el proceso en el punto en el que lo dejó el equipo saliente, pero todo apunta a que el presupuesto se ha quedado pequeño para lo que toca acometer. Entre otras cosas, el edificio sufre desprendimientos continuos, lo que obligó en su día a vallar la zona.

Lo que propone el nuevo equipo de Gobierno es una cuantificación de todo lo que tendrá que ser reparado, incluidas las instalaciones eléctricas que fueron robadas hace años, para después proceder a una "licitación exprés" y adjudicar de forma definitiva los trabajos. Otra medida complementaria será la vigilancia permanente del lugar para evitar nuevos desperfectos. El pasado año ya se emplearon otros 100.000 euros en proceder a un vallado definitivo que impidiera el acceso a las dependencias.

De llevarse a cabo la idea que barajan los actuales responsables municipales, será la tercera vez que el proceso administrativo se abra para una iniciativa cuya primera propuesta se remonta a los años 90, durante el segundo mandato del socialista Andrés Luis Calvo.

La que preside el alcalde de IU será la cuarta corporación que aborde la construcción de una infraestructura cuyo primer proyecto arquitectónico fue redactado en agosto de 2007. Ocho años después, los zamoranos de San José Obrero siguen esperando.