Tenía que ser algo relacionado con los niños, "sí o sí". Puede que sea por la formación, Magisterio Infantil, "o por el hecho de que ser madre te cambia la vida y ves que tienes que salir adelante". O una combinación de las dos cosas y de otras muchas más. "El caso es que la vida te empuja". Son estas circunstancias las que han llevado a Mari Luz Poyo, una joven zamorana de 28 años, a abrir una tienda dedicada a los bebés, "una de las pocas especializadas" que existen en Zamora, relata la emprendedora. Desde el pasado mes de septiembre Poyo regenta, con el apoyo de su marido y de su familia, la tienda "Babydin", en Cardenal Mella.

"Me vino la idea cuando tuve a mi niña y tuve algunos problemas para conseguir el cochecito, tuve que esperar mucho para que me lo enviaran", relata Poyo. La premisa, entonces, era clara. "Teníamos que tener mucho stock de productos para que los clientes, si quieren, puedan llevarse lo que compran en el mismo momento en que lo pagan". Por lo referente a los productos, "prácticamente todo lo que se puede necesitar en los primeros años de vida de un niño".

Para echar a andar y darse a conocer es "fundamental", reconoce la emprendedora, "dar un servicio serio y ofrecer ciertas cosas que otros no manejan". Por ejemplo, Mari Luz Poyo cuenta en su tienda "con un servicio similar al coche de sustitución en los talleres mecánicos". Cuando "un cliente compra un objeto y por lo que sea tiene problemas nosotros ofrecemos otro sustitutivo en lo que se arregla el original, es algo que poca gente hace y en lo que nosotros hemos decidido innovar".

Llama la atención, reconoce la emprendedora, abrir una tienda dedicada a objetos para los bebés en una de las ciudades con peor índice de natalidad de España. "Sí, es curioso, pero estamos muy contentos con la experiencia. A día de hoy volveríamos a hacerlo, no me arrepiento", apunta la joven empresaria. "Eso sí, muchas horas porque tener tu propio negocio es algo muy sacrificado. De momento estoy sola y tengo que estar aquí durante muchas horas para sacar el negocio adelante".

Aún así, es "una de las pocas opciones que tenía". Aunque Poyo ha preparado oposiciones para ejercer de maestra y ha buscado trabajo en guarderías y otros negocios relacionados con su formación, "la cosa estaba muy complicada, casi imposible". Por eso, pese al elevado número de horas que pasa dentro del negocio, "miro el lado bueno" para encontrar ventajas que no podría tener en otros lugares de trabajo. Así, "si un día no puedo venir a las nueve de la mañana porque tengo que ir a algún sitio con mi hija no hay problema, tengo un negocio que me permite llegar un poco más tarde". La contraprestación llega por otras vías. "Hay madres que nos dicen que no pueden venir a la hora a la que abrimos porque su marido o su pareja tiene que ir a trabajar, o que prefieren venir los sábados por la tarde por motivos laborales. Siempre intentamos adaptarnos y, si tengo que venir, vengo", asegura Poyo.

Los tiempos no son los mejores, reconoce Poyo. "Ahora mucha gente recicla lo que ya compraron sus hermanos o sus familiares, los padres se han apretado el cinturón". También es notable "el efecto que tenía el cheque bebé que existía hace años, que eran 2.500 euros que animaban mucho al consumo".

Es importante también, reconoce Mari Luz, una atención personalizada, principalmente a madres primerizas "que creen que tienen que comprarlo todo y comprarlo el primer día. Intentamos serenar un poco a la gente porque muchos vienen un poco perdidos", asegura la emprendedora mientras sonríe.