Cuatro expertos en el concepto artístico de Dios dentro de la representación cristiana se dieron cita ayer por la tarde en el Seminario Menor de San Atilano. El historiador Florián Ferrero, los escultores Ricardo Flecha y Antonio Pedrero y el delegado diocesano de Patrimonio, José Ángel Rivera de las Heras participaron en la mesa redonda "El arte como lenguaje místico para hablar de Dios", que abordó diferentes perspectivas de la representación escultórica y pictórica en la iconografía religiosa desde el Renacimiento, pasando por la concepción de Dios en los místicos del siglo XVI y el proceso de creación artística del escultor cristiano.

Florián Ferrero, historiador zamorano y antiguo director del Archivo Histórico provincial, habló sobre las diferentes formas de representar momentos bíblicos como la Encarnación y la Anunciación, que, como explicó, no siempre van unidas. Ferrero también contó cómo, en los diferentes periodos artísticos en la Historia, la representación de la imagen divina varía -por ejemplo, durante algún tiempo la Iglesia mantenía que María engendraba a Dios como palabra y, por eso, los rayos de la concepción iban directamente a la oreja mientras que en otro momento recaían en el vientre-. También expuso las diferencias de los cuadros sobre la Anunciación a la Virgen y a Santa Ana o las diferentes maneras de representar a la Santísima Trinidad. "Aunque se trate desde diferentes perspectivas de artistas filósofos o teólogos, el arte es algo universal", reconocía Ferrero.

Por su parte, José Ángel Rivera de las Heras centró su conferencia en la importancia de las imágenes en la inspiración de los místicos del siglo XVI como Santa Teresa o San Juan de la Cruz y su relación con el mundo del arte.

Para completar las diferentes visiones del arte cristiano, los escultores e imagineros zamoranos Ricardo Flecha y Antonio Pedrero abordaron el papel estético de las imágenes dentro de la fe cristiana y del proceso de creación del artista, así como del uso del arte y de la imagen escultórica como forma para acercarse a Dios y transmitir la palabra y la fe a los fieles a lo largo de la Historia.