No tendrían un lugar destacado en la sociedad pero, aunque su papel quedara relegado al ámbito doméstico, la tradición es espejo de que las mujeres estaban muy presentes, a pesar de la hegemonía masculina. Esta demostración de fuerza se puede observar en el Museo Etnográfico de Castilla y León donde ayer, con motivo del Día Internacional de la Mujer, se realizó una visita guiada para resaltar piezas clave de la extensa colección del centro con marcado acento femenino.

"Lo primero que llama la atención es que la mujer no era solo la que traía al mundo a un nuevo ser, sino que ella también se encargaba de amortajar y despedir a los difuntos", señaló el guía Alberto Marbán, encargado de la visita en la primera parte del recorrido, dedicada al ciclo vital de la mujer. "Desde los dos años, si nacías hombre o mujer, estabas encuadrado en unos límites difíciles de rebasar", añadió.

Además de las joyas, "auténtica caja de ahorros de las familias", otros elementos femeninos eran aquellos asociados con el mundo del hogar y cuidado de la casa, así como los relacionados con las labores textiles o incluso los amuletos contra el mal de ojo o para atraer la fertilidad. El recorrido destacó también los juegos infantiles, donde las cocinitas y carritos de bebé eran protagonistas para las niñas. "Eran juegos por imitación, donde ya se las preparaba para el futuro que les esperaba", razonó.

Entre las numerosas piezas con carácter femenino en el museo, Marbán destacó el traje de vistas. Originario de La Alberca, donde originariamente se utilizaba como vestido de novia, ahora su carácter es eminentemente folclórico. "Tiene influencias judías y moriscas y existen pocos que se puedan contemplar con tanta calidad, destacando ante todo su joyel, que deja al traje como marco de las múltiples alhajas", explicó.

El recorrido terminó con una muestra de la representación femenina en la decoración del hogar. Como ejemplo, un embozo de cama de matrimonio donde los leones simbolizan la virilidad masculina, mientras que a las mujeres se las identifica con las denominadas "pájaras" o palomas. "Se trata del animal más representado en las piezas destinadas a la mujer, porque encarnan valores femeninos como amor o libertad", valoró Marbán.