El concejal de Obras del Ayuntamiento de Zamora, Manuel Hernández Calvo, asegura que "no he puenteado" a su compañero de Gestión Urbanística al alzar la suspensión de un bar en Príncipe de Asturias, puesto que "tengo desde verano de 2013 las competencias de Urbanismo, desde que se produjo la remodelación del equipo de Gobierno".

La decisión de la Concejalía de Obras se tomó una vez que los propietarios presentaron toda la documentación que especificaba las medidas tomadas para conseguir el cumplimiento de las reformas exigidas por la institución local para adaptar el negocio a la normativa, con lo que se da por bueno que los titulares se han ajustado a lo que los técnicos exigían.

El edil Feliciano Fernández "firmó en 2012 la suspensión de la actividad como concejal de Medio Ambiente", competencia que continúa ejerciendo, "pero las licencias de actividad me corresponde otorgarlas a mí", puntualizó Hernández. Es decir, el establecimiento hostelero "es una actividad y la llevo yo", una actividad cuya licencia data de 1996 y que se suspende en 2012 por las denuncias interpuestas por vecinos por los ruidos que provocaba el bar.

El asunto está ahora en manos de la Fiscalía Provincial, que deberá estudiar si realmente las graves acusaciones de los vecinos contra el concejal tienen una base.