La Asociación de Mujeres en Igualdad; la Oficina de Asistencia a Víctimas de Delitos; la Policía Municipal de Zamora; la Unidad de Prevención, Asistencia y Protección a Mujeres Víctimas de Violencia de Género (UPAP) de la Policía Nacional; el Equipo Mujer Menor (Emume) de la Guardia Civil y el guardia civil José Antonio Domínguez Aveledo (a título póstumo) fueron premiados ayer por su lucha contra la violencia de género. Los premiados coincidieron en mandar un mensaje de esperanza a las víctimas porque, recordaron, "hay salida".

Los colectivos cuya labor fue reconocida destacaron que la sociedad está "cada vez más concienciada" contra esta lacra y destacaron que "el objetivo es que la mujer denuncie" a su agresor. Además, destacaron la importancia de una educación correcta desde edades tempranas. Los alumnos del IES La Vaguada participaron en el acto a través de un vídeo de sensibilización que se proyectó en el Principal.

La Asociación de Mujeres en Igualdad recibió un galardón por la defensa de las libertades y derechos de las mujeres en todos los ámbitos y por su dedicación especial a las mujeres inmigrantes y a las que viven en el medio rural, colectivo este último con gran miedo a denunciar. Por su parte, la delegación del Gobierno quiso destacar la labor de la Oficina de Asistencia a Víctimas de Delitos a la hora de informar a las víctimas sobre sus derechos, los trámites judiciales y la asistencia psicológica.

Los tres cuerpos de seguridad premiados, Policía Municipal, la UPAP y la Emume comparten, a juicio de la delegación, el cometido de que "ninguna mujer víctima de violencia de género esté sola". Tomás Fernández Garzón, de la UPAP, quiso destacar que "no es reconocimiento a nosotros, es a todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado". Fernández Garzón aseguró que "debemos trabajar poco a poco para que el problema vaya a menos" y lanzó un mensaje a las mujeres: "que no se callen". El miembro de la UPAP lamentó que "aun estemos en un país un poco machista y pido por favor a las mujeres que denuncien, que vayan a las comisarías o a los cuarteles. Que sean valientes".

El último premio fue otorgado a José Antonio Domínguez Aveledo, guardia civil fallecido que trabajaba en el puesto principal de la Guardia Civil en Benavente. Sus compañeros le recordaron, por su profesionalidad y buen servicio, como "el botón rojo al que acudir en caso de violencia de género", calificativo derivado de su "entrega y profesionalidad".